Henri Matisse (1869-1954) La lectora |
Esta mañana, saliendo de la biblioteca José Acuña, en un
semáforo de la calle Quintana, me cruzo con un señor maduro, que se parece
mucho a un antiguo profesor de la Universidad Complutense. Lleva puesto un
abrigo verde de sport, que yo llamo abrigo de Gobernador Civil, un sombrero y
una bufanda a cuadros. Va vestido como corresponde a un intelectual de
izquierdas, un poco anticuado y, sobre todo, de una manera impropia del mes de
abril. Me ha mirado con insistencia y, yo no sé por qué, me he sentido halagada.
Camino de casa, pienso tontamente en varias posibilidades…
Uno: Me ha mirado porque cree conocerme, pero no me
conoce. Si vive cerca de casa y es normal que mi cara le suene; nos habremos
cruzado cientos de veces. Puede que me haya
confundido con otra, ¿Con quién? ¿Qué personalidad tendrá esta otra?
¿Qué significará para él? Un antiguo amor, una prima del pueblo o su casera…
Dos: Puede que al verme con los libros debajo del brazo
piense: “Esta señora es una rata de biblioteca, de las que leen libros sin
parar, por diversión. De las que leen
sin criterio, lo bueno y lo malo, que se alimenta de literatura, sin vida propia ¡Una novelera!”
Tres: Hoy, no es por nada, tengo el guapo subido. Llevo
puesto el abrigo negro, que me hace más delgada y estilosa, abierto para que se
vea mi vestido estampado primaveral y
con un escote generoso. Puede que él esté pensando “Esta señora, madurita, esta
de muy buen ver. Ese peinado la favorece y, ¡Qué bien le sienta ese vestido escotado! ¡Es
primavera! Sería interesante iniciar una
aventura. ¡Si se le cayese un libro! Podríamos empezar hablando de literatura y
después… ¿quién sabe?”.
Camino cada vez más despacio; absorta en mis
pensamientos. De repente, vuelvo la cabeza para mirarle y, en esa mismo
instante él también se vuelve y me mira…
¡Dios mío, va a pasar algo! ¡Y pasa!
Choco con el distribuidor de pan Bimbo que derrama la mercancía en plena calle.
─ ¡Señora, mire por dónde va! ¡No se puede ir pensando
en las musarañas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario