Puente en Giethoorn |
La pequeña Venecia de los
Países Bajos. Está en Holanda y es un romántico pueblo junto al agua, un lugar
donde reina la calma. Fue fundado en 1230 y los coches están prohibidos.
Allí han estados mis amigos
María y Werner disfrutando de ese entorno repleto de lagos, canales,
cañaverales, bosques, granjas del siglo XVIII con tejados de paja, un molino de
viento construido en 1837, que solo se pueden visitar desde el agua o cruzando
alguno de sus más de ciento setenta puentes de madera.
Me explicaron que surgió
como un asentamiento de extractores de turba. El resultado de tanto excavar y sacar
hizo que surgieran multitud de charcas y lagos, por lo que se hicieron canales
y acequias para transportar la turba.
Las casas se construyeron
en las islas que quedaban entre medias. El acceso a las mismas se produce por
medio de puentes o con una barca típica llamada «punter»
que se impulsa por unos largos palos gracias a la poca profundidad de los
canales. En invierno se hielan convirtiéndose en pistas de patinaje y la imagen
de los témpanos goteando desde los puentes, hace soñar.
Giethoorn. Tejados |
Con su belleza y encanto, Giethoorn,
gusta. Muchos pintores han elegido este lugar paradisiaco como tema para sus
obras. Es cuna del pintor Hendrik Broer, Piet Zwiers vino, admiró y se quedó a
vivir, Cornelis Vreedenburgh se enamoró del paisaje.
Como curiosidad me hicieron
saber que en 2015 este pueblo entró a formar parte de las ciudades de la edición
internacional de Monopoly, teniendo en cuenta que junto con Amsterdam son las
únicas ciudades holandesas que aparecen como propiedades en el juego.
¿Lo conoces? No. Habrá que ir.
Giethoorn |
Fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre
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