Praga |
Toda la ciudad es un museo. Por
algo se le llama La ciudad de las cien torres, La ciudad dorada, La madre de
las ciudades, El corazón de Europa. Fue capital del Reino de Bohemia y de
Checoslovaquia.
Se encuentra a menos de quinientos
kilómetros de los mares Báltico, del Norte y Adriático. El río Moldava atraviesa
la ciudad dividiéndola de sur a norte,
Desde 1992 el casco histórico
es Patrimonio de la Humanidad y es una de las veinte ciudades más visitadas del
mundo.
Los primeros vestigios datan
del Paleolítico. La ciudad fue fundada a finales del siglo IX, donde ya existía
un asentamiento y un mercado en la orilla oriental del Moldava. En el siglo XII, se unió al barrio del
castillo gracias al antecesor del puente de Carlos, y en 1231 Wenceslao I le
otorgó el fuero de ciudad y se dio comienzo a una fortificación, la Ciudad
Vieja, en cuyo centro está la plaza, que es uno de los espacios
públicos más grandes y bellos de Europa, donde podemos visitar la iglesia de
Týn, símbolo visible del movimiento husita, y si escucháis un concierto de
música clásica os sentiréis maravillosamente bien.
Mala Strana está dominada por
la enorme cúpula verde de la iglesia de San Nicolás, uno de
los grandes edificios barrocos, esta iglesia fue construida por tres
generaciones de una misma familia durante 82 años. La comenzó Kristof
Dientzenhofer, su hijo Kilian continuó los trabajos y Anselmo Lurago les puso
punto final en 1755. Aquí Mozart tocó el órgano durante su estancia en Praga.
Callejón del Oro |
El Castillo,
casi una pequeña ciudad en sí mismo, con sus 570 metros de largo, una media de
130 metros de ancho y su superficie total supera siete campos de futbol. Su historia comienza en el siglo IX, cuando
el príncipe Borivoj fundó un asentamiento fortificado. Este se extendió a medida que los gobernantes
añadían lo propio, lo cual explica su mezcla de estilos. Contiene la Catedral
de San Vito, el Callejón del Oro, donde vivió varios años Franz Kafka, la
Alquimia, la capilla de la Santa Cruz, la Casa del Preboste, el antiguo Palacio
Real, donde se produjeron las famosas defenestraciones de Praga, la Basílica de
San Jorge, el Templo de San Jorge, la Galería del Castillo, la Torre Dalibor,
el Palacio Lobkowicz, la casa Burgrave y la Torre Negra. Siempre ha sido la sede de los gobernantes
checos, así como la residencia oficial del jefe del Estado.
Catedral de San Vito, la
primera piedra de la catedral, que se levanta sobre el tercer patio del
castillo de Praga, fue colocada por el emperador Carlos IV en 1344, en el sitio
de una rotonda románica del siglo X, construida por el duque Wenceslao. El arquitecto Matías de Arras, comenzó las
obras en 1344 en el coro de estilo gótico francés, pero falleció ocho años más
tarde. Su sucesor el alemán Petr Parler
un veterano de la catedral de Colonia completó la mayor parte del ala este en
un estilo gótico tardío más libre, antes de morir en 1399. Se añadieron algunos detalles renacentistas y
barrocos en los siglos siguientes, pero hubo que esperar hasta 1861, para que
se terminara la catedral que fue consagrada en 1929. Es la catedral gótica más
antigua de la Europa Central.
Ciudad vieja con las torres gemelas de la iglesia de Tyn al fondo |
Ayuntamiento viejo,
fundado en 1338, es una mezcla de edificios medievales dominados por una torre
gótica. Su elemento más famoso es el reloj astronómico de 1410. Cada vez que da
la hora salen unas figuras que representan a los doce apóstoles y otros
personajes, entre ellos un esqueleto que afirma con la cabeza la universalidad
de la muerte.
Ayuntamiento, el
edificio más espectacular y hermoso de Praga está situado en el lugar de la
antigua Corte Real, sede de los reyes de Bohemia desde 1383 hasta 1483,
demolida a finales del siglo XIX. Esta
casa emblemática se construyó entre 1906 y 1912 gracias a un generoso esfuerzo
conjunto de treinta de los principales artistas de la época.
Por último, el Puente de
Carlos, pasear por él es una gozada. En 1357, Carlos IV encargó a Petr Parler remplazar
el puente Judith, del siglo XII, que había sido arrasado por las inundaciones
de 1342. Durante más de cuatro siglos
fue el único puente que cruzaba el rio, pero no fue bautizado con el nombre de
su patrocinador hasta el siglo XIX, antes era conocido como el «Puente de
Piedra». La primera y más popular estatua del puente de Carlos es la de San
Juan Nepomuceno, otras son la de San Wenceslao, San Adalberto, San Judas Tadeo,
San Cristóbal, Santos Cirilo y Metodio.
Praga es cuna de grandes
escritores como Jan Neruda, Rainer María Rilke, Franz Kafka, Vladimir Holan…
Praga en enero |
No
dejéis de visitarla
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