miércoles, 15 de enero de 2020

Centro histórico de Praga (República Checa)

Praga


Toda la ciudad es un museo. Por algo se le llama La ciudad de las cien torres, La ciudad dorada, La madre de las ciudades, El corazón de Europa. Fue capital del Reino de Bohemia y de Checoslovaquia.

Se encuentra a menos de quinientos kilómetros de los mares Báltico, del Norte y Adriático. El río Moldava atraviesa la ciudad dividiéndola de sur a norte,

Desde 1992 el casco histórico es Patrimonio de la Humanidad y es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.

Los primeros vestigios datan del Paleolítico. La ciudad fue fundada a finales del siglo IX, donde ya existía un asentamiento y un mercado en la orilla oriental del Moldava.  En el siglo XII, se unió al barrio del castillo gracias al antecesor del puente de Carlos, y en 1231 Wenceslao I le otorgó el fuero de ciudad y se dio comienzo a una fortificación, la Ciudad Vieja, en cuyo centro está la plaza, que es uno de los espacios públicos más grandes y bellos de Europa, donde podemos visitar la iglesia de Týn, símbolo visible del movimiento husita, y si escucháis un concierto de música clásica os sentiréis maravillosamente bien.

Mala Strana está dominada por la enorme cúpula verde de la iglesia de San Nicolás, uno de los grandes edificios barrocos, esta iglesia fue construida por tres generaciones de una misma familia durante 82 años. La comenzó Kristof Dientzenhofer, su hijo Kilian continuó los trabajos y Anselmo Lurago les puso punto final en 1755. Aquí Mozart tocó el órgano durante su estancia en Praga.

Callejón del Oro

El Castillo, casi una pequeña ciudad en sí mismo, con sus 570 metros de largo, una media de 130 metros de ancho y su superficie total supera siete campos de futbol.  Su historia comienza en el siglo IX, cuando el príncipe Borivoj fundó un asentamiento fortificado.  Este se extendió a medida que los gobernantes añadían lo propio, lo cual explica su mezcla de estilos. Contiene la Catedral de San Vito, el Callejón del Oro, donde vivió varios años Franz Kafka, la Alquimia, la capilla de la Santa Cruz, la Casa del Preboste, el antiguo Palacio Real, donde se produjeron las famosas defenestraciones de Praga, la Basílica de San Jorge, el Templo de San Jorge, la Galería del Castillo, la Torre Dalibor, el Palacio Lobkowicz, la casa Burgrave y la Torre Negra.  Siempre ha sido la sede de los gobernantes checos, así como la residencia oficial del jefe del Estado.  
     

Catedral de San Vito
Catedral de San Vito, la primera piedra de la catedral, que se levanta sobre el tercer patio del castillo de Praga, fue colocada por el emperador Carlos IV en 1344, en el sitio de una rotonda románica del siglo X, construida por el duque Wenceslao.  El arquitecto Matías de Arras, comenzó las obras en 1344 en el coro de estilo gótico francés, pero falleció ocho años más tarde.  Su sucesor el alemán Petr Parler un veterano de la catedral de Colonia completó la mayor parte del ala este en un estilo gótico tardío más libre, antes de morir en 1399.  Se añadieron algunos detalles renacentistas y barrocos en los siglos siguientes, pero hubo que esperar hasta 1861, para que se terminara la catedral que fue consagrada en 1929. Es la catedral gótica más antigua de la Europa Central.  

Ciudad vieja con las torres gemelas de la iglesia de Tyn al fondo

Ayuntamiento viejo, fundado en 1338, es una mezcla de edificios medievales dominados por una torre gótica. Su elemento más famoso es el reloj astronómico de 1410. Cada vez que da la hora salen unas figuras que representan a los doce apóstoles y otros personajes, entre ellos un esqueleto que afirma con la cabeza la universalidad de la muerte.

Ayuntamiento, el edificio más espectacular y hermoso de Praga está situado en el lugar de la antigua Corte Real, sede de los reyes de Bohemia desde 1383 hasta 1483, demolida a finales del siglo XIX.  Esta casa emblemática se construyó entre 1906 y 1912 gracias a un generoso esfuerzo conjunto de treinta de los principales artistas de la época.

Por último, el Puente de Carlos, pasear por él es una gozada. En 1357, Carlos IV encargó a Petr Parler remplazar el puente Judith, del siglo XII, que había sido arrasado por las inundaciones de 1342.  Durante más de cuatro siglos fue el único puente que cruzaba el rio, pero no fue bautizado con el nombre de su patrocinador hasta el siglo XIX, antes era conocido como el «Puente de Piedra». La primera y más popular estatua del puente de Carlos es la de San Juan Nepomuceno, otras son la de San Wenceslao, San Adalberto, San Judas Tadeo, San Cristóbal, Santos Cirilo y Metodio.  

Praga es cuna de grandes escritores como Jan Neruda, Rainer María Rilke, Franz Kafka, Vladimir Holan…

Praga en enero


No dejéis de visitarla

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