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miércoles, 6 de mayo de 2020

Lu Xuan Calleja Romeralo: Mi amigo el fantasma



Había una vez un largo y ancho camino que llevaba a una casa en ruinas rodeada de árboles. Para llegar a ella se necesitaba pasar una niebla muy profunda.

Una noche muy oscura, sin luna, un niño se perdió. Quería pedir ayuda, no sabía qué hacer. Estaba solo.

Cuando llegó al final del camino vio la puerta abierta de la casa en ruinas. Tocó y dijo: ¡Hola! ¿Hay alguien ahí? De repente algo pasó muy rápido entre los árboles. Se asustó. Y entró en la casa. Todo estaba muy oscuro. Sintió un ruido y vio a un pequeño fantasma escondido debajo de una mesa, tenía mucho miedo.

El niño fue despacito hacia el fantasma para no asustarle y se sentó a su lado. El fantasma le prestó uno de sus juguetes y le dijo que no tenía mamá y que el papá se había ido a otro lugar muy lejos y no sabía cuándo iba a volver.

El niño le dijo que no se preocupara.

Y cuando sus padres los encontraron compraron y reformaron la casa en ruinas y fueron amigos para siempre.



© Lu Xuan Calleja Romeralo




Una tarde de verano, en la playa, a orillas del Mediterráneo, tres niños de 9, 11 y 13 años, decidieron escribir sobre fantasmas, una casa en ruinas, y un camino cubierto de niebla.


¿Qué edad tenía Lu Xuan?


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