Un día, Marina, la detective unicornio, llevó a su mascota, un cachorrito de raza Pomerania al veterinario, tenía mocos y tos, le dieron una medicina y cuando salió de la consulta ya estaba mucho mejor.
Por eso se fue con él a
visitar a sus abuelos, unos preciosos caballos blancos con patas de antílope,
ojos y barba de chivo y cuerno en la frente. Por el camino vio mucha sangre por
lo que se puso a investigar por si hubiera habido un crimen.
Descubrió que habían
asesinado a sus queridos abuelos cuando los vio tirados en el suelo del pasillo
de su casa. Gritó y gritó y gritó. Y se puso a investigar quién era el criminal.
Tardó un día en saber que el
asesino era su primo que tenía mucho odio a sus abuelos porque de pequeño no
vinieron a su bautizo.
Marina empezó a pelearse con
su primo y de un puñetazo lo tumbó al suelo, y aprovechó que se quedó
inconsciente para llamar a la policía que al llegar le pusieron las esposas y lo
metieron en la cárcel.
Lina García Martínez
6 años
¡Me parece genial! Yo también odiaría a mis abuelos si no hubieran venido a mi bautizo pero no sé si tanto como para cometer un crimen.
ResponderEliminarImagino que el primo de Marina, la detective unicornio, era un poco borrico.
EliminarA la cárcel, ese primo cruel y asesino!! cómo se llamaba?...
ResponderEliminarHabrá que leer otro cuento de Lina para saber cómo se llamaba el unicornio asesino.
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