Al otro lado de la ecuación
me deslizo suavemente entre
algoritmos y quebrados.
Fijo mi atención a lo lejos,
allí donde se retuerce
una pequeña X
que extraviada parece.
Contemplo su confusión,
su desbarajuste, desconcierto, malestar, ofuscación.
¡Intento ayudar!
Aunque siendo un “menos”
parece difícil que confíe en mis nobles intenciones.
A pesar de todo me acerco.
Cuidadosamente para que no se sienta molesta.
Susurro:
- Actitud positiva.
- Respiración profunda.
- Dejar operar a la conciencia.
La solución es inmediata al otro lado de la ecuación.
Sol Cerrato Rubio
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