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jueves, 2 de mayo de 2024

Amantes de mis cuentos: Todo menos mentir

 



Mi padre no era amigo de halagos. Tenía una voz muy bonita y cantaba muy bien. Yo, su querida hija, pretendía emularle, pero siempre me dijo que de voz andaba escasa, que lo mío era afición. Se me quedaba mirando y declaraba que mis ojos azules eran mi mejor atributo. En realidad, era lo único bonito de mi cara.

Cuando le presenté a mi primer novio me recomendó mucho cuidado con los hombres que actuara con inteligencia, que intentara elegir lo mejor. Le dije que ya todas mis amigas se habían casado y que era el primer chico que me decía cosas bonitas.

—Por eso mismo, te estoy aconsejando: Al hambriento hasta las sobras le parecen apetitosas.

Le llamé egoísta, bruto, sin corazón. Estuve quince días sin hablarle. Al final le hice caso. Sabía que mi padre podía ser muy borde pero nadie me quería como él.

Al poco tiempo conocí a un hombre con el que se podía hablar de cualquier tema por lo culto que era. Nos veíamos en el parque. Pero un día, enfermé y estuve dos meses sin poder salir de casa. No volví a saber de él. Cuando el médico me dio el alta fui al parque y no lo hallé. Lástima. Era tan agradable. Regresaba cabizbaja cuando me atajó a medio camino y pasito a pasito llegamos a la puerta de mi casa. Le presenté a mi padre que lo invitó a cenar para celebrar mi recuperación y a los pocos meses nos casamos.

Un día pregunté a mi querido progenitor por qué no había puesto pegas a este pretendiente. Es un buen hombre, contestó. El primer día que vino a preguntar por ti le dije que lo tuyo era muy contagioso y se ofreció para cuidarte no fuera yo a contagiarme. Le dije que te quedarías muda, mejor así no discutiremos nunca. Le hablé de tu mal carácter, que no había quien te aguantara y me dijo que si a pesar de tus defectos yo no te había dejado sola él también podría contigo, era fuerte y aguantaría tus chaparrones con la misma entereza que yo. Desde entonces somos buenos amigos.     

© Marieta Alonso Más

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho el cuento, realmente cuando una persona gusta de la otra no importan los defectos, al final ese es el verdadero amor aceptar a las personas tal cual son, si se puede mejorar el carácter mejor y ser cada día mejores personas como pareja para la vida y para los demás

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    1. El amor y el respeto son fundamentales para la vida. Muchas gracias por su comentario.

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