Se dice que la pera es rica
en pectina, una fibra que ayuda a reducir el colesterol, que aporta un suave
efecto laxante, que la piel tiene más fibra que la pulpa. Que sea cierto o no,
tiene poca importancia para mi amiga Gladys que no se cansa de decir que en
China son consideradas como un símbolo de longevidad.
Ella que pretende vivir hasta
los cien años se prepara esta ensalada tres veces por semana para cenar,
desayuna un día compota de peras al vino y al otro, saborea tres tostadas con
mermelada de esta fruta a la que ama. A la hora del almuerzo siempre está
acompañada de una pieza. Le encanta pegarle mordiscos.
Sin apilarlas, las guarda en
la parte baja de la nevera, dice que así se conservan mejor.
Ingredientes
2
peras conferencia
50
gramos de queso Roquefort
6
nueces
Canónigos
Pipas
de girasol
Aliño:
1
cucharada de vinagre de Módena
1
cucharadita de comino
Aceite
de oliva virgen
Preparación
Pelar y cortar en dados las peras. Trocear el queso y las nueces.
En una fuente hacer una cama de canónigos.
Mezclar las peras, el queso, las nueces, las pipas y regar con el aliño.
Luego coloca encima de los canónigos este delicioso batiburrillo.
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