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jueves, 31 de octubre de 2024

Cuba: Crusellas y Compañía

 


Fue una de las empresas más antiguas de la isla. Fundada en 1863 por José y Juan Crusellas y Vidal, dos emigrantes catalanes que al llegar comenzaron con un negocio de fabricación de velas de sebo, jabones, gaseosas, cervezas, lubricantes… Incursionaron en muchos giros. Había que salir adelante.

Más tarde llegaron de España los sobrinos de los fundadores, que unieron sus fuerzas a las de sus tíos. En 1885 se creó «Crusellas Hermanos y Compañía» en la que incluyeron como socios a sus sobrinos José y Ramón Crusellas y Faura quienes, tras la muerte de los fundadores quedaron como únicos dueños. Era una institución familiar.

En 1921 organizaron de nuevo la empresa bajo la razón social de «Crusellas y Compañía». En 1925 se asociaron con Colgate–Palmolive para comenzar a producir, bajo licencia, los prestigiosos productos de la firma norteamericana. Aunque la transnacional estadounidense llegó a tener el 51% de sus acciones, la dirección de la empresa en Cuba estuvo en las manos de sus antiguos dueños que ocupaban el cargo de presidente y vicepresidente.

Los productos de los Crusellas eran: jabón Candado, jabón de tocador Palmolive, pasta dental Colgate, Hiel de Vaca, Kolonia 1800 y Myrka, agua de tocador Rhum Quinquina, agua de violetas Lavanda, champú Halo Colgate y otros productos de aseo personal como brillantina, desodorantes, polvos y talcos. Fue la única fábrica en Cuba que producía glicerina.

El edificio de la calle Monte resultó ser insuficiente. No había espacio para lo que demandaba el mercado. Así que se trasladaron a la calle Balaguer, cerca de la Calzada de Buenos Aires.

Como mercado la empresa tenía: Cuba, México, Estados Unidos, Centro y Sur de América y España. Fueron proveedores de la Casa Real española.

Tras producirse el triunfo de la Revolución Cubana, el 19 de octubre de 1960, todas las propiedades de Crusellas fueron expropiadas por el Gobierno.


Nuestra amiga Ada trabajó en Crusellas y Compañía, en La Habana, durante muchos años. Cuando emigró a New York se presentó en Colgate-Palmolive Companys. Le dieron trabajo de inmediato. Allí estaba su expediente que reflejaba su buen hacer y su inglés impecable.

Quizás ahora que tomó rumbo a las estrellas pueda dar las gracias a los fundadores de Crusellas, por haber tenido una vida laboral digna.

 


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