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domingo, 27 de octubre de 2024

MJ Pérez: Serena

 


Buenas noches. Me presento, mi nombre es Serena y será tu anfitriona esta noche. Si quieres saber algo más de mí te puedo comentar que me considero una persona seria y trabajadora, me encanta vestir de oscuro y mi mejor amigo es un gato negro cuya mayor afición es dormir siestas de doce horas.

 

Lo siento, no puedo desatarte. Es política de empresa, mi jefa se enfadaría mucho si lo hago y tener un trabajo estable y que me guste siempre ha sido uno de mis sueños. Como comprenderás, no voy a renunciar a él después de haberme esforzado tanto.

 

¿Cómo, qué te suena mi cara? Bueno, suelen decirme que tengo un rostro muy común, que quizás lo conozcan de antes. Después insisten en que es imposible que sea la misma persona. Porque me vieron hace diez, quince, veinte años y sigo exactamente igual. Quizás, algún cambio en mi peinado o en mi estilo, pero la misma persona.

 

Según tú, me recuerdas de hace treinta años. Es todo un récord, querido. Yo también me acuerdo de ti, eras bastante atractivo y ahora pues bueno, ¿qué tienes, sesenta años? Tranquilo, no te exaltes, que con tu edad podría darte un ataque al corazón. Además, no vas a conseguir demasiado. Está escrito. Lo escribiste tú mismo.

 

No es maldad, ni venganza. Es justicia, por todas mis hermanas a las que has engañado. Por todas esas chicas, a las que has hecho sufrir, por todas esas mujeres a las que has lastimado. Cállate, por favor. Das pena y te aseguro que te conviene que esté yo aquí y no mi jefa. Porque ella se recrea, yo soy más rápida.

 

¿Así te vas a quedar en silencio? No me gusta amordazar a nadie, pero es que no aprendes, Matt. Todas las malas acciones tienen consecuencias. Esto que tengo en la mano parece una jeringuilla con algún químico color rosado que te hará pasarlo mal, ¿a qué sí?

 

Pero, fíjate lo que te digo, no es nada creado en un laboratorio. Es natural, o mágico que dirían los tontos como tú. Y es una preciosidad, me encanta el color, la densidad, la textura...

 

No te muevas, es para nada. Sois todos iguales, hacéis daño y no pensáis en las consecuencias de vuestros actos. Ya, no me oyes. Sigue gruñendo, la transformación es un poco dolorosa según me han explicado, pero creo que cuando despiertes lo verás todo de otra manera. No me mires así. Quizás sea para ti como una liberación pero, sinceramente, espero que sea un castigo.

 

Buenas noches.

 

 

© MJ Pérez

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