miércoles, 6 de julio de 2016
Y...¿POR QUÉ? de Marieta Alonso Más
"Cuenta
la historia que el Gato enseñó a pelear al Tigre cuando este aún era
pequeño; le mostró las artes milenarias y olvidadas de los felinos y el
tigre manifestó la excelsa gallardía del más imponente de todos los de
su especie. Pasaron los días y las noches, y el Tigre se hizo grande,
fuerte y poderoso, tanto que se creyó por encima del resto de animales,
incluido su propio maestro, el Gato. En desigual batalla, el Gato no
tuvo nada que hacer ni en fuerza ni en juventud, su fiereza le confería
una peligrosidad extrema; entonces, cuando todos los preceptos que el
mentor había depositado en el prominente aprendiz se habían venido en su
contra, utilizó su secreto mejor guardado, esa parte del conocimiento
felino que nunca explicó a su alumno, ese camino misterioso que cada
maestro hace de su luminosa senda: el Gato trepó al árbol, ante el
asombro del Tigre y de nada sirvieron sus rugidos, sus arañazos a la
inocente corteza arbórea y su fiereza desmedida, su maestro quedó arriba
y él, abajo...ya nunca más pudo alcanzarlo, pasando el mal alumno el
resto de su vida en el suelo y su maestro el Gato, en las alturas."
(El Gato Y el Tigre. Cuentos Chinos)
De
pequeña me encantaban los cuentos, y en especial aquellos que saciaban
mi curiosidad y respondían de forma divertida a mis preguntas, me
encantaba aprender diviertiéndome; incluso yo contaba cuentos a mis
primos más pequeños en los que les enseñaba cosas como porqué los perros
ladran y los gatos maullan (reconozco que aquí había más imaginación
que realidad) y cuentos tan "famosos" de mi repertorio como "Lentejita" o
" Tositín y el jarabe de la tos", este último aún sigue teniendo mucho
éxito entre el público infantil e incluso fue usado para que mi casi
centenario abuelo se tomara la medicación de la neumonía ¡Un buen cuento
nunca pasa de moda! la verdad es que miro hacia atrás y mi vida está
llena de cuentos, historias, relatos, curiosidades ¿Qué sería de
nosotros sin esa válvula de escape que son los cuentos? no hay manera
más hermosa de contar incluso tristes historias.
Nací
con una cardiopatía severa, una compleja insuficiencia cardiaca que dio
muchos quebraderos de cabeza a todos, y es que me era muy complicado
acatar instrucciones médicas porque no entendía qué era lo que me pasaba
y porqué tenía que renunciar a cosas que otros niños realizaban con
normalidad. Y ahí entraron en juego los cuentos. Personajes como Cory, Valvulina, Prolapso, Ciudad Coronaria, Ricardio Pericardio y los malvados Taqui y Cardias consiguieron
convertir en cotidianidad una rareza congénita que lejos de hacerme
rara ante los demás, lograron hacerme alguien muy especial a ojos de mis
compañeros, e hicieron de mi la Reina de las historias, una Cuentista
para el resto de mi vida.
...La vida en sí es el más maravilloso Cuento de Hadas...
EL LIBRO.
Es este un libro de cuentos y no tan cuentos, para niños y no tan niños.
Ante la curiosidad
y la tenacidad infantil, poco podemos hacer excepto saciar la primera y
aguantar estoicamente la segunda; ante un concepto nuevo siempre
surgirá en el niño la duda, y con ella la pregunta ¿Y...por qué?, es
innato en el infante saber para aprender, y es el deber de los adultos,
enseñarles sin predicar, sermonear o aburrir. Es más bonita la Historia
contada a base de pequeñas historias y se conserva por siempre en
nuestra memoria si nos los enseña un cuento que una austera lección
escolar. Nos dice Pelusa,
el Gato, que los cuentos son como el pan o las galletas rellenas de
chocolate: algo completamente imprescindible para la vida humana y el
normal crecimiento de las personas, y que Marieta, además, sabe untarlas con mermelada casera, la más rica de todas.
Por eso nos aconseja Pelusa que destapemos el tarro y metamos dentro el dedo, y solo después podemos preguntar Y... ¿Por qué?
...La mayoría de las personas que caminarán detrás de mi, serán niños, por lo que mantendré los pasos cortos...
LA OPINIÓN DEL GATO.
Lo primero que llamó mi atención sobre el nuevo libro de Marieta Alonso,
fue como casi siempre me ocurre, su portada: Un helado de cucurucho de
tres sabores, una carabela, un hombre prehistórico y un perro, y en el
centro de todo, la gran pregunta Y...¿Por qué?. Y como también viene
siendo costumbre en mi, no pude esperar a comenzar la lectura para
imaginarme las respuestas a tan incisiva pregunta; reconozco que todas
disparatadas, absolutos despropósitos que hicieron que al leer los
cuentos de Marieta, sus preguntas y respuestas me parecieran más hermosas todavía
¡Cuánto he disfrutado, pero cuánto!
Con su libro anterior, ¿Habla usted cubano? descubrimos a una Marieta divertida,
campechana, sencilla, una narradora elegante y locuaz que nos contaba
historias tanto de aquí como allende los mares, relatos cómicos,
trágicos, cotidianos y extraordinarios, pero todos ellos con un sentido
del humor ácido en ocasiones, dulce en otras, que nos conseguían
arrancar una sonrisa aún cuando cabía la lágrima entre risa y risa. Con
este segundo libro, la autora nos hace sentir niños de nuevo,
relatándonos historias que si no las hemos vivido tal cual, se asemejan
asombrosamente a las vividas por cada cada uno de nosotros. Preguntas
que para un adulto pueden resultar absurdas y hasta incómodas, en labios
de un niño se convierten en lógicas ¿Cómo es que nadie las había
preguntado antes? si yo fuera niña, me haría esta pregunta, es más, se
que cuando fui niña, me hice esa misma pregunta más de una vez.
Pero la magia del libro de Marieta
no está en la pregunta, si no en las respuestas que un adulto da a la
curiosidad infantil, y hay que hacerlo respetando al niño, que ni es
tonto ni se va a conformar con cualquier patochada o trola que le
queramos contar; y ahí surgen los preciosos relatos de la autora
hispano-cubana.
Marieta es una cuentista nata, su capacidad para convertirse en niño y
preguntar y razonar como lo haría un chiquillo de verdad, emociona y te
crea un hormigueo en la barriga al sentirte de nuevo pequeña y recordar
ese lenguaje directo, impreciso, irresoluto, pero salido del corazón que
todos tuvimos cuando fuimos niños y que la mayoría perdieron hace ya
mucho; habla y piensa como un niño, pero no duda cuando ha de cambiar de
registro y adoptar el papel de adulto que contesta a un párvulo, pero
de un adulto que recuerda que fue niño y como tal, apreciaba la
sinceridad, la claridad y ese toque de imaginación que todo crío
necesita por muy serio que sea el tema a tratar. Enseñar y divertir.
Alonso Más crea con un sencillo lenguaje, pero sin dejar lugar a dudas, ni en la forma
ni el fondo, unos relatos preciosos, cortos y cargados de sentimiento y
dulzura. Desde el origen de los helados, el origen el fuego, el viaje
de Colón o las pretensiones del Gato Pelusa, la autora trata desde un
punto de vista infantil, temas tanto importantes como trascendentales
-para un adulto- sin perder un ápice de emoción en el camino.
Sentirse niño de nuevo solo es posible si nunca has dejado de serlo.
...Estamos habitados por libros y por amigos...
Y...¿POR QUÉ?
Marieta Alonso Más
ISBN: 978-84-943808-9-1
Edita la Asociación de Escritores de Madrid
Directora Editorial: Chiqui Lorenzo
Imágenes del texto: ©Yolanda
T. Villar
Una Reseña de Yolanda T. Villar
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RESERVADOS
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