Sin duda se le dio este
nombre en el siglo XVII por ser antes de calle el camino que llevaba al
monasterio de los monjes jerónimos. Se abrió en 1538. Tiene dos tramos bien
diferenciados: el primero sale de la Puerta del Sol casi paralelo a la calle
Alcalá hasta llegar a la Plaza de Canalejas; el segundo va camino de San
Jerónimo el Real desembocando en la Plaza de las Cortes.
Tiene mucha historia esta
carrera. La primera proyección cinematográfica en España ocurrió en esta calle,
en 1896. Fue una de aquellas películas de veinte metros hechas por los hermanos
Lumière. La entrada costaba una peseta y al mes del estreno la había visto el
«todo Madrid» incluida la familia real.
En la acera de la derecha
donde nace Espoz y Mina se hallaba el convento de la Victoria. También estuvo
el Hospital de San Pedro de los italianos. Dos antiguos edificios, la
Torrecilla de la Música y el convento de las monjas de Pinto fueron derribados
durante la desamortización de Mendizábal.
El restaurante Lhardy ubicado
en el número 8 de esta calle fue inaugurado en el año 1838, poniéndose de moda
en la época isabelina. Está considerado uno de los primeros y más antiguos
restaurantes de Madrid. Y sigue estando de moda el entrar a tomar el consomé
servido en el samovar, a modo de auto servicio, los dulces con el lazo
característico y el comer, si el bolsillo lo permite, en sus salones. Benito
Pérez Galdós iba a comer allí el cocido con todos los «sacramentos» culinarios,
y llegó a decir que: «Lhardy vino a Madrid a poner corbata blanca a los bollos
de tahona».
No lejos de Lhardy estuvo La
Fontana de Oro, una fonda muy popular, lugar de reunión y tertulia política que
hizo mucho ruido en tiempos de Fernando VII. Esta fonda dio nombre a la primera
novela de Pérez Galdós.
El teatro Reina Victoria
construido por José Juan Cadenas acabó con la famosa Cervecería Inglesa, lugar
de encuentro de los jóvenes literatos de la época.
La Casa Mira, en el número
30, fue inaugurada por el confitero de Jijona, Luis Mira, que al parecer
comenzó su andadura vendiendo turrones en un puesto callejero de la Plaza Mayor
de Madrid. Es famosa por la elaboración y venta de turrón, mazapán, dulces
navideños, peladillas…
Y muchas cosas más que me
dejo en el tintero.
No
dejéis de recorrer y admirar esta madrileña carrera
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