El tercer orden,
el corintio, es una variante del jónico y el más tardío. Apareció en el
siglo IV a.C. Es el más ornamentado de los órdenes arquitectónicos clásicos,
se caracteriza por la decoración vegetal compuesta de hojas de acanto adquiriendo
una forma curva.
Vitruvio en su obra «De
architectura» atribuye su creación a Calímaco. En su esencia es
similar al orden jónico, del que difiere básicamente en la forma y tamaño
del capitel.
Unas de sus construcciones más
destacadas es la Linterna de Lisícrates cerca de la Acrópolis y el templo
de Zeus Olímpico, con sus grandiosas columnas de orden corintio se alza a
los pies de la colina sagrada en Atenas.
Sus partes estructurales son:
La columna va
dotada de basa. En ocasiones, esta basa apoya a su vez sobre un plinto,
pieza prismática de planta cuadrada de poco espesor.
El fuste es de
sección circular y presenta un ligero éntasis. Está acanalado por 24 estrías
separadas entre sí por finos filetes longitudinales. El tamaño total de la
columna suele ser de veinte módulos y el del propio fuste de dieciséis y dos
tercios.
El capitel, elemento más
representativo de este orden, se reconoce por su apariencia de campana
invertida o cesta de la que rebosan las hojas de acanto, cuyos tallos dan
lugar a una especie de volutas o espirales (caulículos) en las cuatro esquinas.
El entablamento mide
generalmente un quinto del orden total. Está formado por: el arquitrabe, el friso que
es una banda continua (sin metopas ni triglifos) adornada con una sucesión de
figuras en relieve. Carga directamente sobre el arquitrabe y la cornisa coronada
por el alero forma un saledizo que generalmente cuenta con una moldura de
tipo cimacio.
Fijaos en la imagen y os
resultará más fácil.
Magnifico!
ResponderEliminarMuchas gracias Nilda por tu comentario. Un abrazo
Eliminar