jueves, 10 de julio de 2014

Malena Teigeiro: Conversaciones con el Juez: No era suya - Un gesto amable - Disparos



No era suya


         En la taberna de mi barrio dicen que la maté porque era mía. Pero, señor Juez, ¿usted cree que si todavía fuese mía la habría matado?



Un gesto amable

  
Pongo veneno de ratas en el café y se lo doy a beber. Ella comienza a sentir dolores de estómago. Suda. Palidece. Se levanta. Parece que quiere irse. Me da lástima. No puedo dejar que se vaya sufriendo de ese modo. Disuelvo una caja de orfidal en un vaso de leche y feliz de poder ayudarla, la obligo a beberlo, despacio, a traguitos. Se queda dormida. Estoy seguro de que agradece mi gesto. La beso satisfecho.

Señor Juez, ¿no cree que mi amabilidad es un atenuante?

  
Disparos

  
         Disparé al pájaro de mal agüero y dejó de piar. Disparé a una serpiente venenosa y la partí en dos. Disparé al gato tuerto y dejó de maullar de medio lado. Disparé al perro que en vez de ladrar lloraba y lo silencié. Abrí la puerta de la cocina y disparé a un pavo real sin plumas y ahora, señor Juez, me acusan de asesinato.







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Conversaciones con el Juez: No era suya - Un gesto amable - Disparos por Malena Teigeiro se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

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