sábado, 29 de junio de 2013

Teatro María Guerrero

Teatro María Guerrero
Calle de Tamayo y Baus, nº 4
28004 Madrid


Se llamó Teatro de la Princesa en honor a Mª de las Mercedes de Borbón y Austria, la primera hija de Alfonso XII. Fue el marqués de Monasterio quien ordenó la construcción del edificio y según noticias de la época se gastó la friolera de cinco millones de reales en el proyecto. De la construcción del Teatro de la Princesa, se encargó Agustín Ortiz de Villajos, quien diez años antes había hecho el teatro de la Comedia. También fue el arquitecto del desaparecido Circo Price de la plaza del Rey.

Se inauguró el 15 de octubre de 1885. El objetivo fue crear un teatro elitista. A la muerte de Alfonso XII comenzaron las dificultades económicas. En 1918 es Pablo Aranda quien acomete una de las tantas reformas que ha sufrido el teatro.

En 1908 el matrimonio formado por Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero compró el Teatro de la Princesa, convirtiéndose en el centro de actuaciones de la actriz. La compañía encabezada por ambos llevó por toda Hispanoamérica la marca España. En especial en Argentina donde inauguraron el Teatro Avenida en Buenos Aires, contribuyendo con ello al resurgimiento del teatro clásico español contemporáneo. Como actor, este aristócrata, destacó en su interpretación en El abuelo (1904) de Benito Pérez Galdós.

Habladurías: Fernando Díaz de Mendoza fue un aristócrata de abolengo, VII marqués de San Mamés y VI de Fontanar, además de conde de Balazote y de Lalaing. Fue todo un escándalo que el aristócrata se casara con una comedianta, claro que, según las malas lenguas, el marqués estaba arruinado. Tuvo un hijo ilegítimo de nombre Fernando con la actriz Catalina Bárcena. Fue padre de Luis Fernando y Carlos Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero. También abuelo de Fernando Fernán Gómez.  Éste era hijo ilegítimo de Luis Fernando con Carola Fernán Gómez. María Guerrero impidió este matrimonio.
 
María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza

Volviendo al teatro se dice que le llamaban el Teatro de la Pulmonía por la ausencia de calefacción.  En 1928 muere la actriz en las propias tablas de este Teatro, con solo 55 años, siendo enterrada en el cementerio de la Almudena de Madrid. Tras su muerte el Teatro es adquirido por el Estado Español y fue utilizado como Conservatorio de Música y Declamación. En 1931, en época de la II República se cambia el nombre de Teatro de la Princesa por el de Teatro María Guerrero. El inicio de la Guerra Civil española provocó el cierre del local hasta 1940, en que se volvió a abrir bajo la dirección de Luis Escobar (1940-1952). Con el Teatro Valle Inclán y el Teatro María Guerrero se crea el Teatro Dramático Nacional, en 1978. En su primera etapa fue dirigido por Adolfo Marsillac. En 1996 es declarado Bien de Interés Cultural.

La fachada, con tres cuerpos, es de orden neoclásico. Destaca el frontón con las iniciales TP entrelazadas. Ha sufrido varias reformas aunque mantiene la fisonomía original. Podemos ver medallones en la parte superior e inferior. Moreto, Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón, Lope de Rueda, Rojas, Hartzenbusch, Ventura de la Vega, Bretón de los Herreros, Duque de Rivas...

El antiguo cocherón (parada de carruajes) hoy es la entrada de acceso. “Mucha mierda” es una expresión escatológica utilizada por el mundo de la farándula y por muchos que no pertenecen a ella, para desear buena suerte. En los siglos XVI y XVII,  en pleno apogeo del Siglo de Oro, las clases altas acudían al teatro en coches de caballos y como es natural, los équidos no se avergonzaban un ápice, a la hora de hacer sus necesidades. A mayor cantidad de público en coche, mayor cantidad de caballos, mayor cantidad de excrementos, mayor éxito de la obra.

Un teatro a la italiana. La escena en este tipo de teatro se sitúa frente a los espectadores en un plano elevado delimitado hacia los espectadores por un marco llamado arco de proscenio, o boca del escenario, lo cierra el telón de boca. Por delante del telón dispone de una avanzadilla llamada corbata o proscenio. El foso se sitúa entre el proscenio y la primera fila de espectadores, es ahí donde se sitúa la orquesta. A ambos lados de un escenario están los espacios llamados “hombros” que permanecen ocultos a la vista de los espectadores gracias a las bambalinas. Por ahí los actores entran en escena y se tienen preparados los elementos del decorado que se utilizan en la función teatral. Las tablas es el suelo de la caja escénica, espacio de mucha altura, que alberga las varas, unos perfiles metálicos que soportan los elementos de iluminación y de decoración que pueden bajar y subir, más los motores que las accionan. Las varas a su vez cuelgan del peine, una parrilla metálica que cierra por arriba la caja escénica. Hay peine a la italiana y a la inglesa. Actualmente se pone a la inglesa. El peine es donde se cuelgan los elementos, las bambalinas. Bambalinas tiene varias acepciones: cada una de las tiras de lienzo pintado que cuelgan del telar del teatro y completan la decoración. Entre bambalinas significa detrás del escenario durante una representación de un espectáculo: el director observaba la escena entre bambalinas. Otro significado sería “de manera encubierta”. 

El foso, la escena y el telar conforman el escenario. 

La Tramoya. Es el conjunto de máquinas e instrumentos con los que se efectúan durante la presentación teatral, los cambios de decorados y los efectos especiales.

La sala se encuentra frente al escenario. En los teatros más antiguos suele tener forma de herradura. Y éste la tiene. Para ganar espacio en altura tiene dos plantas. La parte baja y la más amplia, es la llamada platea o patio de butacas. La sala del teatro es pequeña, casi cúbica. 

El techo es una preciosidad con elementos árabes. Un enorme rosetón de clara influencia neo-mudéjar, fabricado con cientos de cristales policromados y pan de oro. Los agujeros eran la antigua ventilación del teatro.

Butacas de terciopelo rojo. Es una arquitectura de hierro. Los antepechos de los palcos son de forja bañados con pan de oro. Ninguno de los dibujos de las barandillas se repite. El aforo es de 500 localidades. El palco real está a la derecha al lado del escenario. Las tulipas que llevan las letras TP son originales.

El telón de boca, ese telón rojo al que estamos familiarizados en los teatros, aquí no lo hay. Hay un telón negro de fondo. Las paredes también son negras para dar mayor profundidad. Hasta los técnicos van de negro. 

El espacio entre la pared y este telón, ese pequeño pasillo que va del hombro derecho al izquierdo, se le llama “foro”. Es la parte posterior del escenario, la opuesta a la embocadura. Recordemos aquello de “hacer mutis por el foro”. Expresión procedente del mundo teatral en el que hacer mutis significa literalmente “callarse” y por extensión “marcharse, salir de escena”. Es normal que en las acotaciones al texto teatral figure lo de hacer mutis por el foro, cuando el autor desea que un personaje abandone la escena.   

En los hombros es donde se crean los ambientes. Los utensilios de la obra están en el hombro derecho y ahí se encuentran los utileros. En el taller de utilería por ejemplo es donde se envejece una vajilla. En el hombro izquierdo se ubica la peluquería entre otras cosas. También está la cabina del Regidor. Desde aquí se hace el seguimiento de la obra. 

No tiene chácena que es la parte trasera. Según el diccionario la chácena es en algunos teatros un amplio espacio rectangular, abierto en el centro del muro del fondo del escenario y situado bajo la jácena, la viga maestra, que sostiene su parte superior. 

El foso. Tener muchas tablas es tener mucha experiencia. En el argot teatral se alude a ello por las tablas de la escena que se quitan y se ponen. Son tablas de madera de pino blanco. Se clavan y se desclavan con facilidad. Están numeradas (D6-D5…). Son especie de trampillas. Hay un artefacto por el que se suben y bajan  elementos y personas. El foso da mucho juego. Para los magos es fundamental.

Por la puerta principal entran los decorados, no hay otra manera de entrar, por las estrecheces de este teatro. Los camerinos están en una planta superior. A ras del escenario hay un camerino de transformación rápida.

El Foyer es un espacio destinado al descanso y lugar de encuentro muy próximo a la sala del teatro. En la sala llamada de Margarita Xirgú, hay unas butacas, que lo mismo pueden servir como descanso que para la espera de aquellas personas que llegan tarde a la función.

La antigua y popular cafetería o ambigú, situada en el sótano, se ha transformado  en la sala de la Princesa, con capacidad para 80 espectadores, donde se pueden ver obras de pequeño formato, de una hora de duración. Entre esta sala y la principal se hacen dos funciones diarias.

En este teatro nunca hubo claque. La claque (en francés bofetada) es, en su origen, un término que alude a un cuerpo organizado de aplaudidores profesionales. Los miembros de una claque se llaman claqueros. También existían los rieurs (reidores) que reían las bromas, los pleureurs (llorones), normalmente mujeres que fingían llorar sosteniendo el pañuelo ante los ojos. Los chatouilleurs (cosquilleadores) mantenían la audiencia de buen humor, mientras que los bisseurs (biseros) se limitaban a dar palmas y a gritar: ¡bis, bis!

En la última planta se ve y se oye fenomenal gracias a la maravillosa acústica que tiene, aunque hoy todos los actores llevan micrófonos. A Gonzalo de Castro se le oye de maravilla aún sin llevar micrófono. La proyección de la voz es fundamental.

Los técnicos de sonido se ponen a la izquierda en un palco del segundo piso y los técnicos de iluminación en el tercer piso al fondo.

Nadie se imagina todo el personal que trabaja en un teatro. 
 
Teatro María Guerrero




Que conste que cualquier error en esta reseña es culpa de Marieta. 

jueves, 27 de junio de 2013

Ramón L. Fernández y Suárez: En torno a la idea del amor





“El amor es mi religión” escuché decir a alguien al término del telediario y ello me llevó a pensar cuán lejos está la sociedad contemporánea, al menos la que vemos reflejada en los medios de comunicación más habituales, de la sana convivencia que dicha práctica impondría. Amor y amistad, provenientes de una misma raíz etimológica, constituyen hoy, no obstante, categorías diferentes que a través de su existencia y desarrollo se muestran divergentes cuando no antagónicas y hasta excluyentes.

El ser humano al estratificar sus relaciones lo ha hecho siempre en consonancia con sus cambiantes intereses. La proximidad ha determinado, desde un temprano inicio, el grado de afecto que la convivencia determina. El mandato genético que impone la supervivencia de la especie categoriza la atención y el cuidado de la prole situándole por encima de otras necesidades. Ello nos encadena al resto del orden natural. Cuando la cebra lame al potrillo o el ave alimenta a sus pichones asumen el mandato natural sin plantearse consideraciones. Si algún  predador amenaza a su descendencia responden con sagacidad o con fiereza. No es previsible poder calificar de amor dicha conducta cuando solo el instinto dicta la respuesta. Puede el progenitor comprometer su propia vida, pero su actuación no comporta un sacrificio. Al igual que el emparejamiento, ambas conductas no implican sentimientos.

En la vida de los hombres las cosas son más complicadas. La complejidad de nuestras relaciones prioriza los comportamientos humanos. Los sentimientos que matizan las manifestaciones de nuestras conductas suelen determinar el signo de las mismas. Dentro de la familia, primer y más estrecho círculo social, la convivencia armónica será siempre garantía de una mejor y más saludable realización del individuo. El afecto paterno-filial, extensión y consecuencia del llamado amor erótico, así como este mismo, constituyen dos aspectos cualificados de un mismo sentimiento cuyas raíces no es difícil detectar en el mismo instinto que desarrollan animales inferiores dentro de la escala de la zoología. El referido afecto se hace presente aún cuando otras relaciones de la vida social están por definir. Nace así el amor como fruto espontáneo del desarrollo  de las leyes naturales que han dado origen a la especie humana. La especificidad de nuestra especie (hoy hablaríamos del ADN) florece, por decirlo de forma metafórica, con la aparición de vínculos gratificantes que nada o poco tienen que ver con la mera supervivencia de la especie. Tan es de este modo, que esta aparición determina la de su contrario. El egoísmo, como contrapartida, se hace presente entonces como cara oculta y negativa en las relaciones humanas. ¿Estamos hablando de Caín y de Abel? Sí, pero asimismo de sus progenitores quienes, al margen de interpretaciones religiosas, modelan en la conciencia universal el prototipo básico de un núcleo familiar en nuestra especie.

Nuestra sociedad, creadora de cultura, es de igual modo, resultado de su obra. Obra que podrá verse interrumpida, pero nunca terminada. Estamos llamados (a veces condenados) a una constante evolución. Fuera del entorno familiar la mirada del individuo se extiende en busca de mayor apoyo. Al aliarse con sus semejantes surgirán nuevos nexos de afinidad o conflictividad que han de fraguarse en el común intento por un más fácil acomodo al medio natural, por arrancar mayores rentabilidades a los sudores cotidianos que debilitan su naturaleza. De esa lucha aparece la amistad, relación afectiva, gratificante realidad, acercamiento espiritual, lugar común de afinidades. Luz y calor, positivo anverso de la enemistad. Como forma de amor es también apoyo que combate la debilidad. Compañía y fortaleza en la necesidad.

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, el término carnalidad se define como el “vicio y deleite de la carne”. El orden de conceptos introduce en el primer caso un elemento negativo. La palabra vicio viene asociada en todas sus connotaciones a la idea que más adelante explica el mismo texto como “falta de rectitud o defecto moral en las acciones”, entre otras acepciones. El término deleite, sin embargo, aporta elementos que se consideran positivos. “Placer de ánimo, placer sensual”. Aunque desde el enfoque matemático se ha sostenido siempre que el orden de los factores no altera el producto, no es menos cierto que, desde el punto de vista semántico, la ilustre institución traslada un mensaje antes contrario a los fines que de uso persigue la conducta humana. Mensaje que por comparación establece a priori lo torcido y no querido como valor capital y dominante en la definición que estamos analizando.

Y ¿qué relación guarda la anterior divagación con el texto acerca del amor que ahora nos ocupa?

No podemos con certeza establecer la calidad de las relaciones que inducen a los animales a la procreación. El mecanismo instintivo es posiblemente el mismo que les inclina al cuidado de su prole. El medio natural: intensidad estacional de las radiaciones emitidas por el astro rey con la consecuente subida de las temperaturas, su probado efecto sobre el metabolismo de las diferentes especies y quien sabe otros factores influyen en la bioquímica  individual. Todos formamos una unidad dentro de y con el medio natural, aunque nuestras reacciones y conductas han de manifestarse de acuerdo al grado de complejidad de los diversos organismos.

También sabemos que la aproximación erótica entre personas de sexo diferente, desde el inicio de la presencia de nuestros antepasados más remotos en este planeta, el mecanismo de la reproducción toma de ordinario cuerpo mediante el atractivo físico y carnal. El “deleite” que desde siempre ha ofrecido la referida aproximación es, de acuerdo con los designios naturales, la causa, motivo y la continuación de dicha actividad. Esta puede o no, verse desdoblada en dos planos diferentes: la mera “carnalidad” a nivel físico (metabólico), o puede de igual modo desarrollarse en el plano de la espiritualidad que es patrimonio exclusivo de los seres humanos. Ante este segundo supuesto, y nunca fuera del mismo, es que se produce el nacimiento de esa milagrosa floración en las conciencias de quienes involuntariamente la experimentan. Estamos aludiendo al llamado amor erótico, que puede tener alternativas en el definido como amor platónico, cuyo análisis y estudio corresponde a la Filosofía y quién sabe si a la Historia.

Por el disfrute de ese amor erótico (bíblica manzana) han de constituirse las parejas que devienen en progenitores. Entonces dicho amor se complementa con el sacrificio y se realiza como auténtica verdad cuando al deleite inicial se une la necesidad del mandato natural. “Obras son amores y no buenas razones” ha impreso la sabiduría popular. Cuando el sentimiento amoroso se define hace a quien lo experimenta estar presto a complacer y deleitar a quien hace objeto de los dorados dardos de Cupido. Dentro del círculo familiar se producen estas situaciones. La familia como paisaje original del ser humano produce las situaciones adecuadas para su aparición. Más allá de sus límites la sociedad ofrece oportunidades para el ejercicio de otras manifestaciones del amor. La amistad crea oportunidades para ello. La consideración y el afecto diligente que hoy llaman solidaridad muestran el camino para ampliar la dimensión y la calidad de nuestras relaciones. El amor a nuestros semejantes (dentro y fuera de nuestras fronteras) debería crear vínculos de ayuda y colaboración de toda índole para dar lugar a la realización de lo que llamaríamos amor fraterno. Esto no deja de ser una aspiración ampliamente desmentida por la historia de la desde sus comienzos.

La Biblia no es historia, pero como más antiguo testimonio de las tradiciones que han conformado nuestra sociedad nos ofrece desde el Pentateuco la narración de una consecución interminable de guerras, carnicerías y desastres que evidencian la cara opuesta del amor a través de todas las edades. Parece una realidad inalcanzable y cuesta trabajo creer que no lo sea; no obstante, es un hecho constatable que el estado actual de las relaciones entre los humanos se aleja grandemente del marco inicial de dichas relaciones. Superada la Ley del Talión, nuevos grados de crueldad tomaron cuerpo entre los hombres y durante el transcurso de las diferentes etapas de la historia la modificación virtual de los castigos pasó de la venganza hacia las penas reguladas por el poder establecido. Hablamos, desde luego, de períodos éticos dentro del desarrollo social. Hablamos, en general, de evolución de los comportamientos en épocas de paz, que es cuando suele generarse el pensamiento civilizador. Visto de esta forma, el amor-misericordia ha evolucionado por la vía del humanismo que desde el S. XV ve en el hombre la medida de todas las cosas y de cuanto fenómeno tiene lugar dentro del entorno que crean sus relaciones.

El amor a la humanidad debiera concretarse en la solidaridad. El amor ético se define en la misericordia. El amor religioso ha de manifestarse en la caridad. Tres conceptos diferentes que entrañan una misma realidad, que suponen un afán por alejarnos individual y colectivamente de la selva y la caverna, del oscurantismo y la barbarie.

No creo que la civilización baste para poner fronteras que limiten las tendencias negativas que abriga el ser humano. Creo, no obstante y la historia así lo ha demostrado,  que bajo cualquiera de las concreciones bajo las que se materialice, el amor gana terreno gradual en las relaciones de los hombres. Como idea que aspira a corporizarse en forma de norma conductual ha producido efectos legales y jurídicos que en su constante formulación y reformulación marcan pautas ideales de comportamiento, al par que establecen parcelas cada vez más amplias para la convivencia justa y a la vez pacífica dentro de las distintas sociedades.


 © Ramón L. Fernández y Suárez                                                                                  

Gioconda Belli: Y Dios me hizo mujer


Gioconda Belli
(Managua, Nicaragua, 1948)


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer
todos los días
por lo que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.





Fuente: Antena Misionera- Mayo 2013

Revista de los Misioneros de la Consolata

martes, 25 de junio de 2013

Brújulas y Espirales: Marieta Alonso Más "¿Habla usted cubano?



Blog  literario Brújulas y Espirales



lunes, 24 de junio de 2013


HISTORIAS AL FILO DE LA COTIDIANIDAD O NO TANTO



¿Habla usted cubano?

Marieta Alonso Mas

Talleres de escritura creativa Clara Obligado, Madrid, 2013, 78 páginas.



   Marieta Alonso, cubana de nacimiento transterrada en Madrid ya desde hace muchos años, pierde su virginidad literaria -afortunada metáfora de su abuela/profesora, Clara Obligado- con este libro en solitario. Con anterioridad sus relatos habían visto la luz en otros medios de maternidad colectiva: revistas y antologías. Y la pierde en la microficción, en el relato breve, porque por algún sitio/género se ha de comenzar, como ella misma confiesa; pero con la clara conciencia de los retos que asume: jugarse la vida en las primeras líneas, como diría Andrés Neuman y, si se sube la apuesta, jugárselo todo en contados párrafos. Pero la autora asume estos retos con atrevimiento y a la vez con el temblor del primerizo. El resultado termina siendo a la vez bendición, estímulo, escritura sedante.

   Y así entre “Deslices”, “Inocencia”, “Entelequias”, “Locuras de amor” y “Barbaries”  -los epígrafes con los que la autora rotula las partes en las que estructura la carga diegética de sus relatos- asistimos  al nacimiento literario de Marieta Alonso, al reventar de su fantasía en un derroche de imaginación, en ingrávidas ocurrencias, a sus juegos de palabras nutridas seguramente en la materia de los sueños o en los manjares de la vida despierta, del día a día, con sus rutinas diarias, manantiales para la imaginación transformada en palabra escrita, con trabajo, voluntad y paciencia.

   Relatos breves, muchos de ellos con sabor y acentos cubanos, no mancillados por ese discutible criterio de la “traducibilidad” que suele exigir la industria editorial española y que, por consiguiente, nos permiten disfrutar de un verdadero frenesí de usos locales del idioma que con su colorido, en este caso, nos acercan a la Cuba natal de la escritora. Porque, por mucho que lo niegue unos de sus personajes, hablar el mismo idioma tiene sus ventajas.

   Es justamente la riqueza de esos usos locales de la lengua común la que alimenta la trama de algunos de los relatos, como el de la cubana que se hizo española gracias a su abuelo que era de Valladolid y que sesea haciendo honor a sus orígenes. Imaginación y un atrevido sentido del humor es lo que mana de ese español-cubano de la peluquera  de su primer relato, peluquera con “ñañarita en el calcañal”, que otea a su clientela, a las habituales y, sin mala intención, si con ella somos benévolos, se va de la lengua. ¡Menos mal que lo hace en cubano! También imaginación, amalgamada con dolor de cabeza en la delineación de ese fontanero, un verdadero “letraherido”, que se topa con Borges, con la prisión de sus laberintos y la amenaza de los fantástico y que, no obstante, le permiten ver el mar, la nieve, el vapor de agua, desiertos, el universo entero.

   Como no podía ser menos, también el circo y sus infinitas historias, con sus magos y magias, hacen acto de presencia en los relatos de Marieta Alonso, mas en este caso como vocación frustrada, mejor dicho, prohibida, porque el padre elige para el hijo un título universitario, la sustanciosa cuenta bancaria y el matrimonio con Pelo Pobre, en vez del aplauso atronador.. Y al lado de la frustrada vocación por el circo, las travesuras infantiles, convertidas poco menos que en proezas, pero no exentas de los correspondientes castigos ni del minuto de gloria.

 Y así, transitando la misma senda y luciendo una excelente capacidad para convertir el  vivir diario con sus pequeños o grandes acontecimientos, sus anhelos, temores y también pesadillas, hasta veintiséis  relatos, preñados de borbotones de ironía; historias en cuyo centro de gravedad se encuentran existencias anónimas que viven su cotidianidad o momentos singulares entre soledades, frustraciones o pequeños consuelos. A Marieta Alonso cualquier cosa o pequeño detalle le provoca una historia que su imaginación, ataviada con las galas de un humor, a veces suave otras, esperpéntico y cruel, transmuta en sueño y su habilidad con la lengua en hermosas y a la vez sencillas palabras que suscitan en nosotros, lectores, la sorpresa, la sonrisa, la placidez o el deseo de proseguir con la historia a partir de las bellas condensaciones de esta tejedora de sueños.

   Prosas, pues, muy variadas en sus planteamientos, moviéndose la voz narradora entre lo posible y aquello que solamente cobra vida en la fantasía. Pero unidas por la fina costura de una lengua pulcra, pulida que convierte así los cotidiano, lo anormal -sin que falten las locuras de amor con sirena de testigo- en material literario.



Francisco Martínez Bouzas







Marieta Alonso en la presentación de "¿Habla usted cubano?"

Fragmento



Sirenas



Estoy desquiciada. Con lo que me ha costado conseguir a mi hombre. Él, de nacimiento y como hobby, es…el perfecto mujeriego. Como todas tenemos lo mismo, aunque a unas le luce más que a otras, utilicé la inteligencia…y me llevé el gato al agua.

Le encanta el mar. Tiene una zodiac y vamos de Santa Pola hasta la isla de Tabarca. Nos dicen que con el motor de la zodiac es una locura pero él es así. Un temerario. Me subo al bote con el corazón en la garganta porque soy de secano, ni se nadar, ni llevar una barca…, el pescado me da alergia.

Durante meses ninguna nube oteó en nuestro horizonte. La soledad de la barca nos unía lo que nunca pude imaginar. Pescaba, se daba un chapuzón y volvía a mí, que permanecía leyendo en aquella chalupa.

Una tarde nos quedamos los dos ensimismados con una puesta de sol maravillosa, las manos unidas, mi cabeza sobre su hombro y de fondo…un canto melodioso. Nos recreamos en el sonido hasta que sentimos un peso lateral. Miramos a la vez y nos encontramos con una sonrisa preciosa y un busto de mujer meciéndose entre las olas. Su cola de pez se bamboleaba a un ritmo hipnótico. La melodía seguía acariciando nuestros oídos. Cerré los ojos y los volví abrir dos veces porque no me creía lo que estaba viendo.

Lo que es la aparición pasaba de mí. Solo tenía ojos para él y él no apartaba de ella su mirada. Sus ojos le decían lo que nunca me habían dicho a mí.

Aquel ser mágico con su mirada y su sonrisa le prometía un mundo maravilloso. La atracción se hacía patente. Mi hombre se levantó haciendo que la barca se moviera con gran peligro y sin previo aviso se hundió en el Mediterráneo.

Sigo sin reaccionar. La sirena desapareció con él…y yo estoy mar adentro.”



(Marieta Alonso Más, ¿Habla usted cubano?, páginas 53-54)

1 comentario:

  1. Magnífica presentación.

Brújulas y Espirales: Cecilia Guiter

Brújulas y Espirales el Blog de Francisco Martínez Bouzas

jueves, 14 de febrero de 2013


"TUYA", CUANDO EL SEXO SE CONVIERTE EN DROGA


Tuya
Cecilia Guiter
Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 2013, 319 páginas.


No cabe duda de que la trilogía de E. L. James, Cincuenta sombras de Grey, ha marcado un antes y un después en el ámbito de la literatura erótica, al menos en cuanto a ventas se refiere. Desarrollada a partir de la “fanfiction”, el 1 de agosto del pasado año Amazon anunciaba que había vendido más copias que de la serie completa de Harry Poter. Es que la descripción revalorizada de los placeres carnales que vuelve a la carne deseable, como un juego placentero, ha estado asociada a la cultura y a la sociedad, y en definitiva a los seres humanos, desde siempre y a pesar de las censuras. Lo sigue y lo seguirá estando. Con la llegada de Internet se han facilitado las cosas y la literatura erótica, aunque de forma transversal, ha alcanzado un gran incremento. El anonimato y la facilidad para crear sitios web están facilitando su difusión.
Cecilia Guiter, otro fruto del taller literario de Clara Obligado, debuta en la narrativa de formato largo con esta novela, Tuya, un texto con una profunda carga erótica, pero no solo eso, editada en Temas de Hoy.
La autora en efecto enhebra una novela de alta pulsión erótica, pero no exenta de trama argumental, con un buen desarrollo narrativo, fácil de leer, y sobre todo siendo su texto un fiel reflejo de los hábitos de nuestros días en materia sexual y un testimonio de hasta qué punto puede llegar la sumisión. Novela de sexo explícito, con múltiples escenas de alto contenido erótico. Pero quizás el componente sexual es lo menos importante en este debut narrativo de Cecilia Guiter.
La novela nos traslada la historia de Dakota Udaz, una mujer divorciada que a sus treinta y siete años ha desarrollado en plenitud su faceta profesional, ha adquirida un gran status en la empresa en la que trabaja, cuenta con buenas amigas, pero su trabajo empieza a absorberla tan sutilmente que, sin siquiera percatarse, comienza a tener sueños húmedos. Buena estudiante, exitosa, todavía es joven, se siente una persona completa, libre y feliz, aunque no tiene vida sexual. Pero de pronto toma una decisión: buscarse un amante. Sus amigas la aconsejan ir directamente a un portal de ligues por Internet. Lo que busca es acostarse con un hombre sin implicarse emocionalmente. Lo halla en el primer intento y aquí comienza una impensable historia de sumisión, que convierte en un título muy apropiado el que la autora ha elegido para rotular su novela. La protagonista se verá sometida a experiencias sexuales extremas, a emociones nuevas en una mezcla ambivalente de sentimiento y deseo.
Todo ello hace que surja espontánea la reflexión y la pregunta que inquietará sin duda al lector: ¿hasta dónde llega el poder del deseo? Ese deseo sexual convertido en absoluto acatamiento, que es capaz de arrastrar a una mujer madura, culta, educada “maternalmente de Corte Clásico”, a soportar situaciones límites como que terceros la hagan suya, atada, exhibida, prostituida simplemente porque todo eso pone cachondo al “maravilloso” hombre que encontró en Internet, un adicto que ha convertido el sexo en el epicentro de su vida. La relación tóxica y obsesiva termina como tenía que acabar: en la incertidumbre y en las puertas de la tragedia.
Novela de protagonismo femenino. Son mujeres las que con éxito manejan una empresa, las que toman iniciativas, las dueñas de sus cuerpos y de sus deseos, las que, a conciencia, se convierten en Gatas Salvajes, las que rompen con los tabúes sexuales y afrontan sus consecuencias. Si hay un apelativo que en justicia les corresponda a los varones de esta novela, éste, con la excepción del amigo Nick, es el de “escapismo”.
Una vez más con el digno debut en la narrativa de formato largo de Cecilia Guiter, la literatura recrea con su juego interminable y a veces insensato de palabras, una historia erótica, con el acicate de intrigantes preguntas que sin duda desasosegarán al lector mucho más que los escenarios sexuales y el sexo explícito del que está repleto esta novela.

Francisco Martínez Bouzas



Cecilia Guiter

Fragmentos

“Esta noche, Dakota ha tenido otro sueño húmedo. Medio dormida, sin abrir los ojos aún, trata de capturar las imágenes evanescentes. Entonces lo evoca: un hombre entra en su cuarto y avanza hacia ella. Está desnudo de cintura para arriba y muestra un torso grande, con bastante vello, brazos musculosos y un tatuaje tribal en el izquierdo. Su cara tiene los rasgos difuminados. Se desprende de los pantalones. De pronto está junto a su lecho La ley de la gravedad y el tiempo son diferentes, con una cualidad sensual. La mira. Ve la huella de su cuerpo bajo la sábana de un blanco nacarado. Alza la mano y retira la sábana despacio, haciéndole notar la tela por su piel. Se sube encima de ella a horcajadas. Ambos están desnudos y ella desea recibirlo. Sujetándola por las muñecas, la penetra con una mirada neutra. Dakota ve una fisonomía sin rasgos y aún así se estremece.”

…..

“Sueña que Eliseo aparece en su cuarto. Trae unas cuerdas. Con lentitud, ata un extremo a su muñeca y el otro al dosel de la cama. De repente ella está atada de pies y manos. Desliza su lengua por un pie, tomándose su tiempo, subiendo por la rodilla. Se detiene. Sube por el muslo, rozando una zona peligrosa, esquivándola, alcanza el ombligo y termina besándole un pecho, el otro. Ella, impotente, liberando un placer puro, espera retorcida de deseo. Él la besa con los labios y vuelve a bajar. Se centra en la piel de la ingle y no llega nunca…, hasta que por fin alcanza el sitio que busca, y cuando bebe de ella estalla su orgasmo. Se despierta luchando por respirar, con la sábana mojada, pegada a su contorno, completamente trastornada”

(Cecilia Guiter, Tuya, páginas 9, 138)

lunes, 24 de junio de 2013

David García Martín: La espiral

LA ESPIRAL


Asustada, la frente sudorosa. Frío. Oscuridad. Y la imperiosa sensación de no estar sola.

         Buscó a tientas el interruptor de la lámpara de su mesilla. Extendió nerviosa su mano hacía la hambrienta negrura, palpó a la espera de sentir el tacto de una monstruosidad sin nombre. Pulsó el interruptor y no ocurrió nada. Fue entonces cuando escuchó aquel sonido, como el de un cuerpo pesado arrastrándose por el suelo del pasillo. Después sintió el olor. Nauseabundo. Corrupto. Mortal.

         Una silueta oscura y malformada apareció en el umbral del cuarto. Por fortuna, la mujer no alcanzaba a verla con claridad. Temblorosa, se parapetó tras las sábanas, como si de un inexpugnable bunker se tratara. Y desde allí, comprobó con angustia cómo la silueta se acercaba a los pies de su cama.

         Un grito de pánico surgió de su garganta. Sentándose en la cama con rapidez, la mujer se despertó. No había sido más que un mal sueño.

         En ese instante un escalofrío recorrió su cuerpo. En el pasillo algo había comenzado a arrastrarse…



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viernes, 21 de junio de 2013

¿Habla usted cubano? Mi primera entrevista



Revista Mujeres&Cia 

Directora Mercedes Wullich











Colección El Pez Volador




21/06/2013

Marieta Alonso, cuenta en cubano con humor y corazón




Marieta Alonso Más ha publicado ´¿Habla usted cubano?´ su primer libro de cuentos en los que se mezcla su propia biografía, el Caribe y España para este brillante nacimiento literario que une rutina diaria, anhelos y miedos. Es el primer título de la colección El pez volador, dentro de la recién nacida editorial Delirios del Taller que dirige Camila Paz.



Después de su reciente estreno en el mundo literario, esta escritora, que se define como "un encanto", ya tiene un nuevo libro en mente para plasmar en negro sobre blanco las historias que se cruzan en su camino.




¿Cómo surge tu primer libro? 



Un día me desperté de madrugada y sentí un gusanillo, un no sé qué, un quiero publicar. Comenté esa ilusión con mi compañera de Taller, Carmen Dorado, y resultó que ella también deseaba cumplir ese sueño. Y junto al Mediterráneo nos hicimos el firme propósito de hacerlo realidad.



¿Por qué cuento y no otro género?

Una vez le preguntaron a un señor que por qué besaba la mano de las señoras y contestó: -Por algún sitio he de empezar.


¿Cuál fue el tránsito de escribir a publicar?

El vehículo ha sido el Taller de Escritura Creativa de Clara Obligado y la editora Camila Paz, que me brindaron todo tipo de facilidades. Hoy digo a todo aquel que quiera escucharme que es una experiencia que merece ser vivida.

¿Cómo y por qué razones surgió la necesidad de hacerlo?

Sentí la necesidad de compartir con los demás mis historias. Quería oír los comentarios, las críticas, las risas de mis amigos.


¿Qué lugar ocupa en tu vida el hecho de escribir?

Un lugar muy importante.


Cuéntanos la génesis de esta, tu primera obra.

Se nutre de la rutina diaria, de los anhelos, de los miedos, de las vivencias de cada uno de nosotros.


¿A quién te diriges cuando escribes?

No me he planteado nunca esa pregunta. Escribo.

¿Cuáles son tus referentes? 

¡Huy! Difícil me lo pones. Soy una lagartija de Biblioteca. Mis referentes son todos aquellos escritores que logran envolverme en su atmósfera literaria: Cervantes, Chéjov, Shakespeare, Cortázar, Carpentier, Steinbeck, Cirilo Villaverde, Hemingway, Borges, Vargas Llosa, Capote, Munro, Ginzburg, Obligado...


Te darías por satisfecha si con este libro... lograse que mis lectores pensaran, sintieran y disfrutaran.

¿Piensas ya en el próximo?

Sí, ya tengo en mente un relato corto.

Ping pong

  • Una frase, idea etc. que utilices habitualmente… El humor genera tolerancia.
  • Admiras en la gente…La bondad, la honestidad. El ser humano es el animal más sorprendente de la creación.
  • Qué cosas te motivan en el trabajo y en la vida... Sentirme viva, estar en paz conmigo misma. Me despierto feliz cada mañana, a veces se me estropea el día, pero pongo todos los medios para que eso no ocurra. Los buenos momentos, si no vienen, los busco. Los malos intento esquivarlos o les hago frente si no me queda otro remedio.
  • Un libro: Mujercitas de Louisa May Alcott.
  • Un autor: Pearl S. Buck.
  • Una película: El violinista en el tejado.
  • Un director: Alfred Hitchcock.
  • Un perfume: Agua de colonia.
  • Una comida: Picadillo cubano, arroz blanco y huevo frito.
  • Un lugar al que volverías: Desembocadura del Danubio.
Marieta Alonso Más, en primera persona

Nací bajo cámara de oxígeno y quizás ese sea el motivo por lo que siempre estoy pululando al aire libre. Soy española gracias al Ius sanguinis. Disfruto oyendo historias de la vida real. Luego las rememoro, si hay que llorar, lloro, si toca reír, río, y termino con papel y lápiz para escribirlas a mi manera.


Cómo te definirías

Un encanto.