domingo, 7 de enero de 2024

Arquitectura clásica: Orden dórico

 

El Partenón


Es el más arcaico y simple de los órdenes arquitectónicos clásicos. Su nombre proviene, según Vitruvio, de que los primeros templos de este estilo estaban construidos en las ciudades de los dorios. ​ Es el orden griego por excelencia.

Cuanto más antiguo, más sencillo, dando sensación de robustez (protodórico). Cuanto más tardío, más esbelto y proporcionado; logrando así la armonía y belleza clásica.

Se empleó en la Grecia continental desde finales del siglo VII a.C. así como en el sur de Italia y Sicilia. El Partenón, templo dedicado a Atenea en la Acrópolis de Atenas, es sin duda el máximo exponente de este estilo arquitectónico.

Las partes estructurales del templo dórico son: el basamento, la columnata, el entablamento y la cubierta.

El basamento consta del estilóbato, donde descansan las columnas, y el estereóbato, ampliación óptica del estilóbato con dos escalones.

La columna no lleva basa. Su altura total multiplica por 16, como máximo, el diámetro inferior. El fuste, formado por tamborees apilados, lleva 20 estrías en arista viva. Lo corona un capitel liso formado por un ábaco (pieza prismática), un equino (pieza convexa) y un collarino (pieza decorativa).

El entablamento consta de una parte lisa (arquitrabe), de una parte decorada (friso, con triglifos y metopas) y de una cornisa.

La cubierta a dos aguas muestra un frontón triangular moldurado, que se adorna con acroteras en el vértice y en los extremos, el tímpano, suele ir decorado con una escultura.

Fijaos bien en la imagen y os resultará mucho más fácil.




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