En el norte de Europa, en
Nidaros, Trondheim, Noruega nos encontramos con el Camino de san Olav
reconocido oficialmente como Itinerario Cultural Europeo. Consta de 650
kilómetros entre las ciudades de Oslo y Trondheim, o para ser más exactos entre
las ruinas de Mariakirken en Middelalderparken en Oslo y la catedral de
Nidaros.
En esta catedral está enterrado el rey Olav Haraldsson, quien fue martirizado en 1030 y canonizado por su defensa del cristianismo como religión oficial en Noruega.
Junto a Santiago, Jerusalén y Roma fue uno de los grandes destinos de peregrinación de la Edad Media. Con la llegada del protestantismo a Noruega el camino desapareció. No fue hasta 1997 cuando se reabrió a los peregrinos.
Si bien esta ruta es conocida
por ser bastante agotadora, también ofrece unas panorámicas únicas. Atraviesas
lugares como Bonsnes, el lugar donde nació san Olav, visitas una de las
iglesias más bonitas de Noruega, Ringebu, también el museo Maihaugen al aire
libre, contemplas construcciones vikingas, tumbas, pueblos medievales, fiordos,
bosques, cruzas las montañas de Dovre, navegas por el lago Mjosa, en el barco a
vapor más antiguo del país…
Al igual que en el Camino de
Santiago, el de san Olav tiene su propia “Compostela”. Se entregará a aquellos
peregrinos que hayan realizado a pie al menos los cien últimos kilómetros hasta
la catedral de Nidaros. Podrás ir sellando la credencial durante el camino. Se
encuentra marcado en todo momento por el símbolo de una flor y una cruz.
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