martes, 25 de octubre de 2022

Salvador Dalí

 



El 11 de mayo de 1904 vino al mundo en Figueras. Eso dice su certificado de nacimiento, pero él siempre insistió en que nació dos meses antes, que su vida comenzó cuando era un feto de siete meses, situado en el seno materno donde todo era «tibio, suave, silencioso: un paraíso».

En Roma, este príncipe-bufón de la pintura moderna, salió de un enorme huevo anunciando “He renacido”. En París llegó a la Sorbona en un Rolls Royce negro y amarillo lleno de coliflores, anunciando que todo arte comienza con esa humilde planta. Se dejó crecer el pelo y aseguró haber sido el primer hippie. Su bigote siempre marcaba las 10 y10.

En 1925, en Barcelona, hizo su primera exposición, despertando el entusiasmo de los críticos. Pablo Picasso le aconsejó que montara otra en París. En 1927 al llegar a la ciudad de la luz descubrió que su obra encajaba en el surrealismo. Esa corriente artística que declaraba que la basura era hermosa y el desorden la más elegante forma de organización. Y con ellos llegó la literatura del absurdo.

A su regreso a España conoció a Gala: «la abeja que me trae la miel de la inspiración.» Esta le animó a publicar su primer libro «Diario de un genio». Un éxito. Fue también su administradora, la que negociaba todos sus contratos e invertía su dinero.

Los primeros años treinta fueron difíciles a nivel económico y el matrimonio decidió embarcarse en tercera clase hacia los Estados Unidos, según Dalí el pasaje lo pagó Picasso. Noche y día, durante toda la travesía, llevó puesto un salvavidas.

Pintó a Gala desnuda con chuletas de cordero en los hombros, explicó que adoraba por igual a su esposa y a las chuletas. Otra de sus lucrativas payasadas fue un taxi en Broadway con Cristóbal Colón en el asiento trasero y un cartel: “Heme de vuelta”. La galería donde exponía sus cuadros se llenó de visitantes.  

Lo irreal de sus temas no obedece a ninguna de las leyes naturales del tiempo, el espacio o la gravedad. Un reloj se derrama de un escritorio como un Camembert y sin embargo, indica la hora y los minutos.

Dalí no se limitó a la pintura. Algunas de sus obras más populares son esculturas. Dos de las más notables fueron el Teléfono-langosta y el Sofá de los labios de Mae West. Destacó en sus contribuciones al teatro, la moda, la fotografía. También se dedicó al diseño de joyería. Hay un corazón que está hecho en oro, con 46 rubíes, 42 diamantes y 4 esmeraldas incrustadas y su centro late como si fuera auténtico. Colaboró en la creación teatral y el cine. Se mostró especialmente activo a ambos lados de la cámara. Creó espléndidas obras de arte en colaboración con Walt Disney y Luis Buñuel.

 

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