![]() |
Fiodor Dostoievski |
La ludopatía de Fiodor
Dostoievski
Homburg, 24 de mayo de 1867.
Ania, esposa mía, perdóname y no me
llames canalla. He cometido un crimen: lo perdí todo; todo lo que me enviaste,
todo, hasta el último kreuzer. Ayer lo recibí y ayer mismo lo perdí. Ania,
¿cómo voy a poder mirarte ahora?
![]() |
Anna Grigorievna |
¿Qué vas a decir de mí? Una sola cosa
me horroriza: qué vas a decir, qué vas a pensar de mí. Solo tu opinión me
asusta. ¿Podrás respetarme todavía? ¿Vas a seguir haciéndolo? ¡Qué es el amor
cuando no hay respeto! El juego es lo que siempre ha perturbado nuestro
matrimonio. Ah, amiga mía, no me culpes definitivamente. Odio el juego, no
solamente ahora, ayer también, anteayer también lo maldije; cuando recibí ayer
el dinero y cambié la letra, fui con la idea de desquitarme aunque fuera un
poco, de aumentar aunque solo fuera mínimamente nuestros recursos. Tenía tanta
confianza en ganar algo… Al principio perdí muy poco, pero cuando comencé a
perder de verdad, sentí deseos de resarcir lo apostado y cuando perdí aún más,
ya fue forzoso seguir jugando para recuperar aunque solo fuera el dinero necesario
para mi partida, pero también eso lo perdí. Ania, no te pido que te apiades de
mí, preferiría que fueras imparcial, pero tengo mucho miedo a tu juicio. Por mí
no tengo miedo. Al contrario: ahora, después de esta lección, de repente me he
sentido perfectamente tranquilo respecto de mi futuro. De hoy en adelante voy a
trabajar, voy a trabajar y voy a demostrar de qué soy capaz. Ignoro cómo se
presenten las circunstancias en adelante, pero ahora Katkov no rehusará. En
adelante, todo dependerá de los méritos de mi trabajo. Si es bueno, habrá
dinero. Oh, si solo se tratara de mí, ni siquiera pensaría en todo esto, me
reiría y me marcharía. Pero tú no dejarás de emitir tu juicio sobre lo que he
hecho, y esto es lo que me preocupa y me atormenta. Ania, si sólo pudiera
conservar tu amor… En nuestras circunstancias, ya de por sí difíciles, he
gastado en este viaje a Homburg más de mil francos; es decir, alrededor de 350
rublos. ¡Es un crimen!
Fecha: 1867
Contexto: El autor de
Crimen y castigo fue un jugador empedernido. Su casa y las joyas de su esposa
fueron embargadas para pagar sus deudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario