jueves, 5 de marzo de 2020

Sol Cerrato Rubio: Apoteca




Nos sentimos, nos amamos, nos buscamos.
La felicidad está en nuestro camino.

¿Cuánto vale un beso aquí, en esta ciudad?
Preguntabas con tu voz encendida.

Te busqué en el pretérito pluscuamperfecto
del verbo amar,
corrí tras las señales de humo
que se vislumbraban a lo lejos en la serranía.

Recuerdo...
las rocas escapadas del ascenso,
los angostos caminos serpenteantes,
y me encontré...

Humanos atrapados en parejas sin cariño,
viajeros veloces que ascienden raudos
para no ser traspasados
por la inhumanidad de los monstruos del lago;

animales heridos con sus corazones destrozados,
individuos con sus ególatras mascaras
siempre interesados en poner chinchetas
en tus zapatos,

arboles inclinados por la fuerza de viento,
almohadilladas de musgo en las superficies sombrías,
pero también seres nobles con sus almas cristalinas
prestas a echarte una cuerda en tu escalada.
 .
Sigo subiendo,
cada vez me cuesta más respirar,
la pendiente se hace descomunalmente inclinada
y yo… Me desplomo. Siento mi cuerpo caer al vacío.

En mi cabeza retumba el sonido estridente de una bocina.
¿Estoy en la urbe, estoy en la sierra?
Todo se hace confuso.
Me despierto. Ha sido una pesadilla.

Ahora soy yo quien pregunta:
¿Cuánto vale una tirita en esta botica?

© Sol Cerrato Rubio 





 







No hay comentarios:

Publicar un comentario