viernes, 17 de marzo de 2023

Yuso y Suso: Monasterios de san Millán

 

Monasterio de Suso (arriba( y Yuso (abajo


Son Patrimonio de la Humanidad y están situados en el pueblo de San Millán de la Cogolla bajo las cumbres del monte San Lorenzo, el más alto de La Rioja. Son cuna de la lengua castellana, tanto escrita como hablada, tanto en prosa como en verso. Mucho tuvo que ver Gonzalo de Berceo considerado como el poeta más antiguo de la lengua castellana que puso en verso la Vida de san Millán escrita por san Braulio.

Monasterio de Suso: El de arriba.

Surgió de las cuevas que habitaron los eremitas discípulos de san Millán, allá por el siglo VI. La iglesia con dos naves laterales y cinco tramos tiene una orientación poco común, debido a las sucesivas ampliaciones que convirtieron aquellas cuevas en cenobio y en monasterio. Se pueden observar diferentes estilos arquitectónicos: visigótico, mozárabe y románico. En la fachada sur una de las portadas lleva el nombre de Gonzalo de Berceo.

En su interior destaca el sepulcro románico del santo. Esculpido en alabastro, la lápida muestra a san Millán rodeado de figuras que representan a san Braulio, santa Potamia y varios discípulos. A los pies del sepulcro se narra el milagro del ciego y el de la niña muerta y resucitada por san Millán.

La importancia cultural de Suso se manifiesta en la colección de manuscritos y códices que salieron de su escritorio, uno de los más notables de la Edad Media en España: el Códice Emilianense de los Concilios de 992; la Biblia de Quiso de 664 o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana del siglo VIII. Es el marco en el que va a surgir la que hoy es la más antigua manifestación escrita de la lengua española.

Monasterio de Yuso: El de abajo.



Considerado como El Escorial de la Rioja fue edificado para ampliar el de Suso en el siglo XI, destaca por sus grandes dimensiones. Fue reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII, y en él se conjugan diferentes estilos: principalmente renacentista y barroco. Exhibe una bella portada, obra del maestro de cantería Pablo de Basave. Al oeste se encuentra el imponente salón de Reyes que guarda pinturas de Juan de Rizzi y la escalera o Escala Real. El monasterio de Yuso guarda como verdaderas joyas románicas las dos arquetas, de oro y marfil del siglo XI, que contienen los restos de san Millán y de san Felice, su maestro.

Digna de verse es la reja, realizada en 1676, que cierra el coro bajo de la iglesia. En esta misma zona de la iglesia se encuentra una de las joyas del monasterio: un púlpito de nogal, que parece ser de finales del XVI.

El archivo medieval consta de dos cartularios –el Galicano y el Bulario– y de unos trescientos documentos originales.

La Biblioteca contiene más de diez mil volúmenes, pero su verdadero valor e interés radica, en los ejemplares raros que conserva. Una de estas rarezas bibliográficas es el «Evangelario de Jerónimo Nadal», impreso en Amberes en 1595 en el que todas las láminas están policromadas, una a una.

 


 

El monasterio de Suso pertenece al Estado, mientras que el de Yuso es propiedad de la orden religiosa de los Agustinos Recoletos. Estos han alquilado por espacio de cincuenta años al Gobierno de la Comunidad de La Rioja una parte del monasterio que se utiliza actualmente como hostal y como centro de estudios de la lengua española.

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