Mi amiga Cary nació en mi pueblo, Los
Palacios, que está en el occidente cubano. Al casarse se marchó a Manzanillo,
en la parte oriental. De Cuba pasó a Venezuela, de Venezuela a España y llegó a
Madrid. Y luego dice que ella no es de mucho salir.
Viene a verme siempre con alguna exquisitez.
Es una gran cocinera. Y lo sabe.
Un día hablando sobre lo que me gustaban los
tamales cubanos que tanto trabajo dan... que
en mi barrio el maíz tierno no está al alcance de la mano y que no los voy
hacer por lo poco que me gusta cocinar, me sorprendió trayendo los ingredientes
para que aprendiera a hacer unos bollitos de maíz.
Así los llama ella. Pero una amiga venezolana ha dicho que eran hallaquitas saladas, al estilo Cary.
Ella le contestó que en todo caso eran bollitos venezolanos, cubanos, madrileños, todo en uno.
Así los llama ella. Pero una amiga venezolana ha dicho que eran hallaquitas saladas, al estilo Cary.
Ella le contestó que en todo caso eran bollitos venezolanos, cubanos, madrileños, todo en uno.
Cualquier parecido es pura coincidencia.
Ingredientes:
* ¼ Calabaza
* ½ kg. Harina de Maíz
* 1 Cebolla
* 1 Pimiento verde
* 1 Pimiento rojo
* 2 dientes de ajo bien picadito
* Jamón Serrano o bacon (taquitos)
* 2 hojas de laurel
* Papel de aluminio a falta de hojas de maíz
Preparación:
Hizo un sofrito con
la cebolla, el pimiento verde, rojo y el ajo picado; cuando todo estuvo “pochado” añadió el jamón serrano o bacon en
taquitos. Un ratico después lo dejó aparte.
Mientras, me había
puesto a trabajar pelando la calabaza. Dio su aprobación y la puso a cocer en agua con sal y dos hojas de laurel durante unos 15 minutos. Pasado el
tiempo reglamentario la escurrió y conservó parte del agua por si fuera
necesario. Me ordenó que con un tenedor aplastara la calabaza de manera que
quedase como una especie de “puré”.
Decidí no dirigirle
la palabra. A mí se me viene a ver, no se viene a mi casa a ponerme a trabajar.
Ni caso me hizo. Me indicó que cortara unos cuadrados 15 x 15 centímetros de
papel de aluminio.
Mezcló la
calabaza, el sofrito y añadiendo la harina de maíz con un poquito del agua, de la que había reservado, fue haciendo una masa consistente; si la masa queda demasiado suave se agrega un poco más de
harina, si en cambio queda demasiado seca se sigue utilizando el agua de la cocción
de la calabaza y así poner a punto la textura.
Hecha la masa
comenzó a darle forma, una especie de croqueta, y me tocó envolverlas de una en una en los
trozos cortados de papel de aluminio. A continuación las puso a cocer en agua
hirviendo con sal durante unos 15 minutos. Me recomendó no echarlas nunca con
el agua fría tenía que estar burbujeante.
Se sirve caliente.
Ideal como guarnición. Nosotras comimos los
bollitos con carne de puerto frita, pero hubo quien se puso en el plato salsa
de arándanos, de castañas, alioli y dijo que estaban para chuparse los dedos.
Aviso importante: A todo el mundo no le gusta el maíz.
A mí sí.
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