El domingo por la tarde,
seis amigas, nos fuimos de paseo por Madrid. No fue un paseo convencional. Nada
de parques, ni de cafeterías, ni de museos. Recorrimos seis mercados madrileños:
Mercado de Moncloa. Calle
Arcipreste de Hita, 10. Está distribuido en tres espacios. En la principal hay
un kiosco central, pastelería, panadería… En la planta baja el restaurante del
mercado ofrece menús del día a muy buen precio. La terraza con inmejorables
vistas organiza eventos a medida.
Mercado de San Antón. En la
calle de Augusto Figueroa, 25. Se dice que es un lugar tradicional y moderno.
Cuenta con tres plantas. En la primera compras, en la segunda tapeas y en la
tercera te deleitas con las vistas panorámicas y te pueden cocinar en el
restaurante los productos que hayas comprado en la primera.
Mercado de San Ildefonso.
Calle Fuencarral, 57. Es degustación en situ y no para la compra. Aunque te
puedes llevar a casa lo que allí preparan. Puedes disfrutar al aire libre en
sus patios interiores, escondidos y con mucho encanto.
Mercado de San Miguel.
Junto a la Plaza Mayor y de la Puerta del Sol. Conserva su estructura metálica de
soportes de hierro fundido, como antaño. Gran variedad de puestos.
Mercado «El Huerto de Lucas».
Se dice que su filosofía es: «La primera medicina es el alimento». Está situada
en la calle San Lucas, 13. Una plaza de abastos donde solo se venden productos
cien por cien orgánicos de alta calidad.
Mercado «Platea de Madrid».
Situado en el antiguo Cine Carlos III de la calle Goya, 5 cuenta con cinco
plantas, las mejores panorámicas la ofrecen la primera y segunda planta.
También hay zona de fumadores.
Nos hubiésemos ahorrado
cocinar si llegamos a ir por la mañana. Lo de hubiésemos es un decir pues fue
mi amiga y vecina de Jaén, Rocío, la que preparó un plato para chuparse los
dedos.
Andrajos de Jaén
Ingredientes para 4
personas de buen comer:
½
kilo de patatas
500
gramos de bacalao desalado
200
gramos de harina
¼
kilo de tomates
2
dientes de ajo
1
pimiento rojo
1
cebolla
1
litro de agua o caldo de pescado
½
cucharadita de pimentón dulce,
Unas
hebras de azafrán
Perejil,
aceite de oliva, sal (una cucharadita)
Preparación
Las patatas se cortan como
para tortilla y se echan en una cazuela con el aceite, el bacalao desalado y
deshecho, el tomate pelado y en trocitos. Se rehoga un poco y se añade una
cucharada de pimentón. Se cubre con caldo o agua y se deja cocer durante media
hora.
En un mortero se machacan
los ajos, el pimiento rojo, la cebolla, y el perejil, diluyéndolo todo con un poco del
caldo de las patatas. Se sazona de sal y se vierte sobre las patatas. Rocío me
ha dicho que a éste le falta el azafrán, está muy caro.
Aparte se prepara una masa con
agua y harina extendiéndola para que quede fina. Se cortan unas tortitas con un
vaso y se ponen sobre las patatas. Se deja cocer todo durante 10 o 15 minutos.
Con la cuchara se rompen las tortitas, así queda como jirones o andrajos. Rocío
no ha querido hacerlo así, y ha traído una bolsa comercializada que dice: «Pasta
para andrajo andaluz». Y se quita uno trabajo.
Se sirve muy caliente.
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