Casas colgadas y puente de San Pablo |
Situada en la confluencia del
Júcar al norte y su afluente el Huécar, al sur, la ciudad se levanta a unos mil
metros de altitud, sobre una muela que recortan los tajos de ambos ríos, llamados en Cuenca las hoces.
El árbol más común de la zona
es el pino, aunque antiguamente lo fue la encima. No obstante, los álamos,
olmos y sauces dominan las hoces de ambos ríos.
Perteneció al califato de
Córdoba, a la Taifa de Toledo, a los almorávides, hasta que Alfonso VIII la
conquistó el 21 de septiembre de 1177. Obtuvo la categoría de «Ciudad» de la
mano de Alfonso X en 1257, y los títulos de «Muy Noble, Muy Leal», en 1465 por
Enrique IV. Tras la Guerra de Sucesión Felipe V le otorgó, además, los títulos de
«Fidelísima y Heroica».
La ciudad vieja, monumental,
con el núcleo central que gira en torno a la plaza Mayor, conserva un entramado
de calles estrechas, sinuosas y empinadas, con rincones llenos de iglesias y
conventos, con antiguas casonas de singular encanto y las famosas casas
colgadas, sobre la hoz del Huécar, construidas en el siglo XV.
Catedral de Cuenca |
Conserva restos del castillo
y de las murallas medievales. La catedral, de estilo anglonormando, fue iniciada a fines del siglo XII y representa
uno de los ejemplos más tempranos del gótico en España. Se consagró en 1208
aunque no se terminó hasta 1271. Su planta es de cruz latina, con tres naves y
cabecera con girola, bóvedas de crucería y triforio en el brazo mayor de la
nave. De interés especial son el arco renacentista llamado de
Jamete, las capillas de los Barba y Albornoz, la sacristía mayor y la sala capitular.
En la segunda mitad del siglo
XIV, el arquitecto José Martín de Aldehuela construyó una serie de iglesias que
se conservan en parte, como la de San Felipe Neri ‒en sus escalinatas se canta el Miserere en Semana Santa‒, la de San
Pedro, de planta circular, y la de San Antón.
Deben ser mencionados también el convento de San Pablo con portada
barroca e interior del gótico final, hoy Parador Nacional; el de la Concepción
franciscana, la ermita de las Angustias, muy relacionada con la Semana Santa
conquense, y la iglesia del Salvador.
Entre los edificios civiles sobresalen
las llamadas casas colgadas del siglo XV sobre la hoz del Huécar; las casas
solariegas de la calle San Pedro; el ayuntamiento, concluido en 1762; la casa
de Misericordia fechada en 1777; la casa de las Rejas; el hospital de Santiago
y el palacio episcopal.
El Museo de Arte Abstracto,
que fue instalado en una de las casas colgadas, según iniciativa del pintor
Fernando Zóbel, está especialmente dedicado a los artistas no figurativos
españoles.
Su casco antiguo fue
declarado en 1996 Patrimonio de la Humanidad.
No
dejéis de visitarla
No hay comentarios:
Publicar un comentario