viernes, 22 de febrero de 2019

Blanca de la Torre Polo: Psicología en un click - Tomar decisiones con el corazón


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¡Hola de nuevo! ¿Las corazonadas tienen base científica? Los investigadores Annie Marquier y Luciano Sposato afirman que sí.

Escuchad este material que he elaborado para vosotros con algunas curiosidades sobre el corazón y nuestro cerebro que os dejarán perplejos y entenderéis muchas cosas que decimos en nuestra vida cotidiana.
¡Vamos a descubrir juntos el cerebro que late en tu pecho y el amor que sale del interior de tu cerebro!
En nuestro post de hoy, los protagonistas son Annie Marquier (investigadora de la conciencia y matemática) y Luciano Sposato (neurólogo e investigador, Universidad de Western Ontario y Presidente del Departamento de Neurología de INECO, Buenos Aires).
¿Puede el corazón pensar y dirigir nuestras opiniones, así como intervenir en las conductas y decisiones?  En definitiva: ¿te dejarías guiar por los designios de tu corazón?

Annie Marquier lo haría sin ninguna duda. En su libro “El Maestro del corazón” de Ediciones Luciérnaga, nos cuenta que los últimos descubrimientos de la Física Cuántica, de la Neurología, de la Psicología moderna, sin olvidar las enseñanzas de la sabiduría ancestral apuntan a que tenemos todo un maestro lleno de sabiduría latiendo dentro de nuestro pecho.
Luciano Sposato nos lo explica mediante un revolucionario estudio de la Universidad de Cambridge. Un grupo de personas tenían que tomar decisiones sobre situaciones que le aparecían en la pantalla de un ordenador. Mientras lo hacían, se medía su ritmo cardiaco. Descubrieron que el corazón latía de forma distinta si la decisión que tomaban era la acertada o no, segundos antes de haberla tomado.

¿Cómo era posible? Existe una capacidad llamada “interocepción” y que consiste en la capacidad que tenemos de prestar atención a los mensajes que nos envía nuestro cuerpo. Aquellas personas que tenían una capacidad interoceptiva más desarrollada, elegían más certeramente que las personas que la tenían menos.

El cerebro y el corazón son capaces de comunicarse directamente entre sí mediante conexiones neuronales, porque el corazón también tiene neuronas (unas 40.000, nada menos), siendo uno de los grandes informadores del cerebro. Una estructura cerebral llamada “ínsula” es la principal receptora de los mensajes que el corazón le envía al cerebro.
Además, la ínsula junto con otras áreas del cerebro es la que nos permite darnos cuenta de que estamos enamorados y reconocer a la persona amada.

Ahora, seguro que entenderás mejor expresiones como:

“¡Escucha a tu corazón!”, “tengo una corazonada”, “si quieres aprender algo, emociónate con ello” o “cuando me mira así, el corazón me va a cien”.

Piensa con el corazón y emociónate con tu cerebro; tal vez, con ello, consigamos el equilibrio mente-cuerpo que tanto necesitamos.
© Blanca de la Torre Polo



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