Pinchad en el link y podrás oírla
¡Hola
de nuevo! ¿Las corazonadas tienen base científica? Los
investigadores Annie Marquier y Luciano Sposato afirman que sí.
Escuchad
este material que he elaborado para vosotros con algunas curiosidades sobre
el corazón y nuestro cerebro que
os dejarán perplejos y entenderéis muchas cosas que decimos en nuestra vida
cotidiana.
¡Vamos a descubrir juntos el cerebro
que late en tu pecho y el amor que sale del interior de tu cerebro!
En nuestro post de hoy, los protagonistas
son Annie Marquier (investigadora de la conciencia y matemática) y Luciano
Sposato (neurólogo e investigador, Universidad de Western Ontario y Presidente
del Departamento de Neurología de INECO, Buenos Aires).
¿Puede el corazón pensar y dirigir nuestras
opiniones, así como intervenir en las conductas y decisiones? En
definitiva: ¿te dejarías guiar por los designios de tu corazón?
Annie
Marquier lo haría sin ninguna duda. En su libro “El Maestro del corazón” de
Ediciones Luciérnaga, nos cuenta que los últimos descubrimientos de la Física
Cuántica, de la Neurología, de la Psicología moderna, sin olvidar las
enseñanzas de la sabiduría ancestral apuntan a que tenemos todo un maestro lleno de sabiduría latiendo dentro de nuestro
pecho.
Luciano Sposato nos lo explica mediante
un revolucionario estudio de la Universidad de Cambridge. Un grupo de personas
tenían que tomar decisiones sobre situaciones que le aparecían en la pantalla
de un ordenador. Mientras lo hacían, se medía su ritmo cardiaco. Descubrieron
que el corazón latía de forma distinta si la decisión que tomaban era la
acertada o no, segundos antes de haberla tomado.
¿Cómo
era posible? Existe una capacidad llamada “interocepción” y que consiste en la
capacidad que tenemos de prestar atención a los mensajes que nos envía nuestro cuerpo. Aquellas
personas que tenían una capacidad interoceptiva más desarrollada, elegían más
certeramente que las personas que la tenían menos.
El cerebro y el corazón son capaces de comunicarse directamente
entre sí mediante conexiones neuronales,
porque el corazón también tiene neuronas (unas 40.000, nada menos), siendo uno
de los grandes informadores del cerebro. Una estructura cerebral llamada “ínsula” es la
principal receptora de los mensajes que el corazón le envía al cerebro.
Además, la ínsula junto con otras áreas
del cerebro es la que nos permite darnos cuenta de que estamos enamorados y
reconocer a la persona amada.
Ahora,
seguro que entenderás mejor expresiones como:
“¡Escucha a
tu corazón!”, “tengo
una corazonada”, “si
quieres aprender algo, emociónate con ello” o “cuando me mira así, el corazón me va a cien”.
Piensa
con el corazón y emociónate con tu cerebro; tal vez, con ello, consigamos el equilibrio mente-cuerpo que tanto necesitamos.
© Blanca de la Torre Polo
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