Cuenta la leyenda que una mujer embarazada cuando recibió
la noticia de que traía gemelos varones se sintió decepcionada. Tan hondo fue
su pesar, que se coló por los poros de su piel, se extendió por cada fibra de
su cuerpo, en cada respiración y suspiro, calando hasta sus huesos. Su alma
gritaba, el estómago se revolvía, la bilis le subía por la garganta. Y su
corazón latido a latido repetía incesante el triste cántico hasta que llegaron
los pequeños. Aquella mujer, cuando
quiso sentirse madre, ya fue demasiado tarde para uno de ellos.
Esta es su historia.
CANCIÓN DE LOS GEMELOS
NUBE Y TIERRA
Mi madre no nos
quiere.
Que somos muchos.
Que no es lo que ella
esperaba.
Nada de vestiditos,
ni de coletas.
Nada de niñas.
Desde el primer latido
que ocurre porque sí.
Porque la vida es un
pálpito,
que llega cuando
quiere y se va cuando le toca,
sentimos su angustia,
su dolor, su rabia.
Nuestra madre no nos
quiere.
Echamos en falta el
calor de sus manos
y su voz susurrando
nuestros nombres.
Mientras íbamos
creciendo,
bebimos sus lágrimas,
nos alimentamos de los
suspiros.
Tuvimos tiempo para
todo:
Para amarnos, para escucharnos,
para jugar.
Soñamos, soñamos casi
todo el tiempo.
Mi hermano que era un
poeta
se empapó de la
tristeza que apresaba
el alma de mi madre.
Yo soñé que era un
guerrero
y destrocé cada
lamento
con mi espada.
Después, mi hermano se
fue,
porque la vida es un misterio
que llega cuando
quiere y se va cuando le toca.
Mi madre lloró por él
y luchó por mí,
pues la pérdida es más
oscura que la desilusión,
y la nada más cruel
que la mitad.
Ahora, somos felices
porque a mí desde la
tierra
y a mi hermano desde
las nubes…
Mamá ya nos quiere.
© Blanca de la Torre Polo
Puede
disfrutar del vídeocuento en este enlace:
Más vídeocuentos y fantasías audiovisuales en:
Blanca Creativa – You Tube
No hay comentarios:
Publicar un comentario