miércoles, 25 de diciembre de 2019

El árbol de Navidad


Cuenta la leyenda que en el siglo VIII había un roble consagrado a Thor en la región de Hesse, Alemania. Cada año, durante el solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio. 

El cristianismo adoptó y transformó algunas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas.

Un misionero que luego sería San Bonifacio taló el árbol ante el asombro de los lugareños y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes, y porque su copa señala al cielo. Su forma triangular representaría a la Santísima Trinidad.

Dos ciudades bálticas se disputan el mérito de haber erigido el primer árbol de Navidad en una plaza pública: Tallín, en Estonia, en 1441 y Riga, Letonia, en 1510. Unos comerciantes locales instalaron un abeto en la plaza del mercado de Riga, lo decoraron con rosas artificiales, bailaron a su alrededor y, finalmente le prendieron fuego.
Hoy se iluminan con luces eléctricas y adornos, luego llegaron los regalos bajo el árbol, para los niños, traídos por San Nicolás, Santa Claus, Papá Noel, los Reyes Magos, según la costumbre de cada país.

Es posible que surgiera en Alemania hacia 1605. A Finlandia llegó en 1800, a Inglaterra en 1829, en el castillo de Windsor se vio por vez primera en 1841 de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria.

A España la tradición llegó en las navidades de 1870, por una princesa de origen ruso llamada Sofía Troubetzkoy, casada en segundas nupcias con José Osorio y Silva, marqués de Alcañices, que lo colocó en el desaparecido palacio de Alcañices, ubicado en el paseo del Prado, esquina con la calle de Alcalá.

La decoración es cosa de cada cual. Lo más tradicional es:

La estrella: Se coloca en la punta del árbol y representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén-

Las esferas: Al parecer San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy las bolas simbolizan los dones de Dios a los hombres.

Los lazos: Representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.

Las luces: En un principio velas, representan la luz de Cristo.


Muy felices Navidades

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