A esos locos bajitos —que decía Serrat— que pululan a nuestro lado, ya sean
hijos, sobrinos o nietos, o sin ninguna relación con nosotros; a esos que son
el futuro y regirán las vidas de los que vengan; a esos enanillos que nos
sonríen desde abajo, y nos alegran aunque a veces nos disgustan; a esos
proyectos de personas que un día se harán realidad; a vosotros, pequeñajos y no
tan pequeñajos, me gustaría transmitiros un pensamiento que, creo, es
importante: Pensad que un día sin un libro es un día medio perdido, que leer es
soñar con los ojos abiertos y que si leéis mucho seréis como pocos y si leéis
poco seréis como muchos. No lo olvidéis.
© Blanca del Cerro
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