Símbolo nacional. A unos
veinte kilómetros al norte de Beirut hay una gruta que se divide en dos
cavernas de piedra caliza cárstica: las galerías altas y las bajas, salpicadas
de estalactitas y estalagmitas, esculpidas por el agua y el paso del tiempo.
Tiene una longitud aproximada de nueve kilómetros y se encuentran en el valle
de Nahr al-Kalb en la localidad de Jeita. En la parte alta está la estalactita
más grande del mundo.
Aunque habitada en la
prehistoria, fue el reverendo norteamericano William Thomson quien en 1836
descubrió el río subterráneo de Jeita en la zona inferior. En 1873 y 1874
ingenieros de la Compañía de Aguas de Beirut, junto con el sacerdote Daniel
Bliss llegaron a penetrar hasta el nacimiento del río Nahr El Kalb donde les
impidieron el paso los llamados Rápidos del Infierno. En 1958, espeleólogos
libaneses descubrieron las galerías superiores de unos 60 metros por encima de
la cueva inferior.
No dejan hacer fotos. Los
turistas caminan por la zona superior mediante un túnel de acceso y una serie
de pasarelas que no alteran el paisaje natural. Desde esta se llega a las
galerías bajas mediante un trencito que traslada a los visitantes a la zona
inferior y se disfruta mediante un paseo en barca, al estar sumergida en los
canales de un río subterráneo que abastece de agua potable a los libaneses.
Una
experiencia preciosa
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