sábado, 9 de mayo de 2015

Patrimonio de la Humanidad: Beguinajes flamencos - Bélgica


Beguinaje de Brujas en primavera



La institución de las beguinas se atribuye a Lambert Begh en 1170. Eran mujeres que consagraban su vida a Dios, en comunidades no monásticas y sin  retirarse del mundo.  
Durante el siglo XIII al propagarse las órdenes mendicantes, se fundaron numerosos “beguinajes”; unos conjuntos cerrados que respondían a sus necesidades espirituales y materiales y que eran como ciudades en miniatura con sus casas, iglesias, dependencias, talleres y espacios verdes. Se extendieron por Francia  y Alemania.
Beguinaje de Cortrique

Estas mujeres religiosas que  no querían entrar en un convento, eran célibes o viudas, no pronunciaban votos y su compromiso era revocable.  Su tiempo lo dedicaban a la oración, al cuidado de los enfermos y al trabajo manual, de encajes y lencería.  A partir del año 1230 constituyeron sus propias instituciones, creando los beguinajes cerrados, tanto fuera como dentro de las ciudades, que estaban sometidos a la vigilancia de la autoridad religiosa.  Cada beguinaje adoptaba sus propias reglas y la dirección corría a cargo de una beguina, la Gran Dama, elegida por un corto periodo de tiempo y ayudada por un consejo.
Beguinaje de Lier

Muchos de estos beguinajes derivaron hacia las corrientes de espiritualidad de cátaros y fraticelos y, junto con los begardos, fueron condenados repetidas veces en los concilios de Fritzlar en 1259 y de Colonia en 1306.  La desconfianza que fue creciendo en el seno de la iglesia frente al gran desarrollo de este movimiento religioso femenino terminó con su condena en el Concilio de Viena de 1312.  Sin embargo, sostenido por las autoridades locales el movimiento continuó  existiendo en esta región flamenca, y con periodos de expansión y de retroceso el movimiento ha llegado hasta  nuestros días, en donde solo una decena de beguinas viven en algunos de estos beguinajes.

En 1998, se ha declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad a veintiséis beguinajes, por su arquitectura religiosa tradicional urbana y rural típicas de Flandes; por su testimonio excepcional de la tradición de mujeres religiosas, en la Edad Media, en Europa del noroeste; por el conjunto arquitectónico asociado a un movimiento religioso que asocia valores seculares y monásticos.
Beguinaje de Lovaina

Unos están mejor conservados que otros, pero el conjunto ilustra perfectamente este movimiento femenino cristiano.  La fundación de la mayoría de ellos es del siglo XIII y la mayor parte se implantaron  fuera de los muros de la ciudad y en las orillas del cauce fluvial aunque posteriormente con el crecimiento de las ciudades quedarían incluidos dentro de ellas. No queda ninguna construcción completa de la Edad Media sino únicamente algunas iglesias.

Actualmente los más importantes son el Gran Beguinaje de Gante y el de Brujas. 




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