miércoles, 14 de noviembre de 2012

Paisajista Martín Rico y Ortega (1833-1908)

Autorretrato (1908)

Nace en Madrid. Muere en Venecia.
El Museo del Prado presentó una exposición de sus obras en el 2013. Una maravilla de exposición y de las "Claves" que son charlas que ofrecen sobre este gran paisajista madrileño. El Museo en 2007 compró cuarenta cuadernos de sus dibujos. No se pierdan la "Fuente de la alcachofa" en Madrid, entre otros muchos. 
Fue el gran pionero del paisaje realista en España, iniciándose como paisajista entre 1852-1861. Ama el paisaje, lo pinta y siempre añade el detalle humano.
Algunas de sus obras:
Autorretrato (1908).- Capta su ánimo, la tristeza parece brotar de sus ojos. Muere en ese año.
La meseta de Castilla.- En acuarela que no es fácil. Cromatismo sutil y composición en suave declive. Grupos de pinos en Guadarrama.- 
Grupo de pinos en Guadarrama
La atención se centra en los pinos, los matojos, los celajes, la luz de la atmósfera. Vista oriental del acueducto de Segovia.- Paleta cálida. Comienza a preferir el sol del mediodía que da plasticidad a los volúmenes de los edificios. Una rama.- Sencillo con espacio para el celaje. 
Un paisaje de Guadarrama
Un paisaje de Guadarrama.- Aparece la rama pintada dos años antes. Un país, cercanías de Azañón, en la Alcarria (1859).- Es el primero en que muestra el agua. También introduce al pastor. Pinceladas verticales El agua ejerce de foco luminoso. Paisaje de la Casa de Campo (1861).- Recibe como premio una beca que le permite estudiar en el extranjero. Composición bella y tonalidades que se difunden. Atención a los árboles. Estudio de árboles (1862).- Se va a Suiza y Francia donde comienza su camino hacia el realismo. Bicolor. La composición de las ramas de las hojas. Paisaje suizo (1862).- Hace primero un dibujo y luego el cuadro. Verdor de la falda de las montañas, la luz del sol, las nubes. La pintura impresionista no tiene nada que ver con el realismo de Martín Rico. El camino y sus ramales, el recodo de otro camino. Es una pintura evocadora. Paisaje con cascada (1865).- Es notorio el interés que siente por el agua. El riachuelo salpica. 
Lavanderas de La Varenne (1864-65)
Lavanderas de La Varenne (1864-65).- Los bocetos que aparecen en sus cuadernos dan lugar a cuadros. En ellos se pueden apreciar las espaldas de cada una de las lavanderas. El moisés de un bebé. El agua es una maravilla. El cielo. La franja del agua y del cielo es la misma. También se puede apreciar su interés por las ramas, los árboles, las tonalidades de la naturaleza. El Sena en Poissy (1869).- Los árboles sube, bajan. Dan movimiento. La factura es vertical con pinceladas finas. Se encuentra en Nueva York. The Metropolitan Musseum of Art. Un canal cerca de Poissy (1869).- Barcas, agua, árboles, escorzos, tonos verdes, azules. Bongival. País frente al hotel (1870).- Pincelada en el agua con un toque más rápido. Raimundo de Madrazo (1866).- Este cuadro se encuentra en el Museo de Bellas Artes de La Habana. No se incluye en la exposición, pero podemos apreciar su faceta de retratista. La sierra del Guadarrama desde las cercanías de El Escorial (1870).- Tres grupos de personas, tres árboles, tres diagonales, tonos grises, malvas y rosas. Cielo con nubes y degradaciones tonales. La deformación de los pinos contribuye al dinamismo de la composición. Está en The Hispanic Society of América en Nueva Cork. Un americano William H. Stewart gran amigo suyo, compró muchas de sus obras. Hay una carta que le escribe con dibujos a pluma. 
El patio de la escuela (1871)
El patio de la escuela (1871).- Niñas en sus labores junto al murmullo del agua. No falta el gato. Este cuadro se puede apreciar con los sentidos: el olor de las flores, el ruido del agua, un recreo para la vista. Detalles minuciosos. Puerta con alfiz y yeserías. Muestra el ambiente de los beaterios donde se acogían a niñas pobres. El gusto por los aspectos ornamentales tratados de manera asimétrica evidencia también su gusto por la estética japonesa. Madrid. Colección particular. La torre de las Damas en la Alambra de Granada (1871).- Le fascinó la ciudad de Granada y le llevó a pintar con un colorido intenso y una luz tan brillante que resalta las cualidades materiales de las superficies. Fijaros en los niños, en las telas en las ventanas. Madrid. Museo Nacional del Prado. Alcalá. Orillas del Guadaira (1872).- Las luces y las sombras. Los niños reflejados en el agua. Desembocadura del Bidasoa (1872).- Velas al viento. Dos diagonales. Naranjos en la Huerta del Retiro (1875).- Acuarela. Dos verticales en las torres. Toques rojos en mitad del paisaje. La aguadora (1875).- Última de las adquisiciones de El Prado. Se desarrolla en Toledo. Burros, perro, paredes encaladas, el zaguán oscuro, desconchados, calle  con clérigo bajando la cuesta. La Corniche (1881).- Toque humano en las barcas. Pinceladas del agua diferente en la zona de la derecha y la de la izquierda. Y muchas más como la Torre del convento de San Marcos (1875), Murallas árabes cerca de Sevilla (1875), el Puente de Toledo en Madrid (1882), Patio de la casa de Samuel Levi en Toledo (1893). Esta casa hoy es el museo de El Greco. Lavanderas en Cloyes (1872).-  Madrid. Colección particular. Desembocadura del Bidasoa (1872). Madrid. Museo Nacional del Prado. La Puerta de Guillaume (1876), Vista de París desde el Trocadero (1883), con una rama sobre la balaustrada. El Adigio (1886).- Cielo espectacular, movimiento del agua, barca y personaje con burro. La riva degli Schiavoni en Venecia (1873).- Importancia del celaje. Un canal en Venecia (1879).- El árbol deja ver lo que hay detrás. 
Santa María della Salute (1902)
Santa María Della Salute (1902).- Pincelada moteada en el agua que le sirve para estudiar los reflejos. Colección particular. 
Y muchos más cuadros que merecen una visita. Esto es solo un aperitivo. Espero que os guste.

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