José Agustín Goytisolo |
Tú
no puedes volver atrás
porque
la vida ya te empuja
como
un aullido interminable.
Hija
mía es mejor vivir
con
la alegría de los hombres
que
llorar ante el muro ciego.
Te
sentirás acorralada
te
sentirás perdida o sola
tal
vez querrás no haber nacido.
Yo
sé muy bien que te dirán
que
la vida no tiene objeto
que
es un asunto desgraciado.
Entonces
siempre acuérdate
de
lo que un día yo escribí
pensando
en ti como ahora pienso.
La
vida es bella, ya verás
como
a pesar de los pesares
tendrás
amigos, tendrás amor.
Un
hombre solo, una mujer
así
tomados, de uno en uno
son
como polvo, no son nada.
Pero
yo cuando te hablo a ti
cuando
te escribo estas palabras
pienso
también en otra gente.
Tu
destino está en los demás
tu
futuro es tu propia vida
tu
dignidad es la de todos.
Otros
esperan que resistas
que
les ayude tu alegría
tu
canción entre sus canciones.
Entonces
siempre acuérdate
de
lo que un día yo escribí
pensando
en ti como ahora pienso.
Nunca
te entregues ni te apartes
junto
al camino, nunca digas
no
puedo más y aquí me quedo.
La
vida es bella, tú verás
como
a pesar de los pesares
tendrás
amor, tendrás amigos.
Por
lo demás no hay elección
y
este mundo tal como es
será
todo tu patrimonio.
Perdóname
no sé decirte
nada
más pero tú comprende
que
yo aún estoy en el camino.
Y
siempre, siempre, acuérdate
de
lo que un día yo escribí
pensando
en ti como ahora pienso.
José Agustín amaba a su madre, se llamaba Julia. Cuando tuvo a su hija no dudó en ponerle el mismo nombre. Este poema fue cantado por Paco Ibañez, Rosa León, Los Suaves, entre muchos otros.
Un bello poema tierno y real como la vida.
ResponderEliminarGracias Antonio por tu comentario. Me gusta este poeta de la llamada Generación de los 50, junto a Caballero Bonald, Gil de Biedma, Valente, entre otros. Un abrazo literario.
Eliminar