miércoles, 1 de febrero de 2017
NUEVO AQUELARRE LITERARIO de Marieta Alonso, Liliana Delucchi, Malena Teigeiro y Cristina Vázquez
"Cuando revuelvo el brazo
no estrecho, rompo el lazo.
no estrecho, rompo el lazo.
Ya sólo un camino breve
busco: El que de ti me lleve.
busco: El que de ti me lleve.
¡Con qué agua te apagaré!...
¡Con qué llama te quemaré!...
¡Con qué llama te quemaré!...
Para cortar tu nudo..., ¿qué espada?
Para talarte, ¿qué hacha afilada?
Para talarte, ¿qué hacha afilada?
Un muro busco, un muro de granito
donde se estrelle el mar de tu infinito...
donde se estrelle el mar de tu infinito...
Racimo de octubre, dame un no bebido...
vino que me haga olvidar su olvido...
vino que me haga olvidar su olvido...
¡Oh lámpara, apágate si has de alumbrarlo!...
¡Rómpete, oh labio, en tierra antes que llamarlo!
He llegado hasta donde nadie pudo llegar.
Si aun vuelvo la cabeza..., ¡Dios me vuelva de sal!"
¡Rómpete, oh labio, en tierra antes que llamarlo!
He llegado hasta donde nadie pudo llegar.
Si aun vuelvo la cabeza..., ¡Dios me vuelva de sal!"
(Conjuro. Dulce María Loynaz)
"Los
cuentos siempre me han acompañado desde que tengo uso de razón; es más,
creo que al nacer el médico me contaba cuentos para hacerme salir del
útero de mi madre, el cual me negaba a abandonar seguramente al
encontrar un ambiente hostil, frío y ruidoso fuera, y el pobre hombre no
tuvo más remedio que camelarme para salir al mundo. Me debió contar un
cuento sobre duendes que
provenían de la ciudad del fuego, y entraban en nuestro mundo a través
del calor del hogar en las casas, o posiblemente gatos con botas de
siete leguas, o lo más seguro es que me narrara una fabulosa historia de
un pintor que entró en su propio cuadro para captar la inmensidad de su
obra y apareció años después a orillas del Sena cubierto de pintura al
óleo y con la mirada perdida...bueno, lo reconozco, soy una cuentista
nata. En realidad nací por cesárea y lloré tanto que sería incapaz de
escuchar mis propios pensamientos de haberlos tenido ya. Pero es que los
cuentos me apasionan, los relatos me embriagan y las pequeñas historias
disparan mi imaginación. Por eso creo que no dejo de escribir y leer
cuentos y relatos, porque han sido ellos los que han despertado mi
curiosidad por leer novelas y mi osadía al escribirlas."
Así
empezaba la presentación de un relato que me permitió conseguir el
primer premio de un certamen literario en su primera edición, un cuento
sobre una extraña mujer, una casa victoriana, muñecas de cerámica y un
pisapapeles repleto de pequeñas flores...¿Cómo no amar los cuentos y
relatos si me han dado muchos de los buenos momentos de mi vida?
leerlos, escribirlos, compartirlos. Nuevo Aquelarre Literario me
ha hecho volar a través de sus pequeñas grandes historias y me he
sentido una bruja sobre su escoba desafiando no solo la gravedad física,
si no la espiritual y la emocional, siendo de nuevo libre sin
convencionalismos ni trampantojos...
...Red
tejida con hilos invisibles, cárcel sin carcelero y sin cadenas donde
como mi pan y bebo mi agua, día por día...¡Mientras allá fuera se me
abren en flor, trémulos, míos aún, todos los caminos de la tierra!...
SINOPSIS.
Cuatro
formas de entender una imagen, cuatro modos de expresar un sentimiento,
cuatro maneras de contar una historia con un mismo punto de partida,
cuatro estilos de escritura y una misma intención: llegarnos al corazón y
hacernos soñar usando la máxima de menos es más.
Cuatro escritoras y un Destino: Nuevo Aquelarre Literario, de la web, al papel.
EL LIBRO.
Su
portada lo dice todo. Un fondo azul oscuro como la noche, con una
brillante luz proveniente de una maravillosa luna que ilumina el cielo
de manera tenue; cuatro siluetas de brujas en sus escobas surcan el
firmamento rodeadas de libros que vuelan libres como pájaros, en el
centro, el título en vertical, y en el lado derecho, en tomo amarillo
ambarino, los nombres de las cuatro autoras. Se respira la magia, se
presiente el hechizo, palpitan los encantamientos.
LA OPINIÓN DEL GATO.
Nuevo Aquelarre Literario nació
como una revista digital que rompía moldes desde su primer número; las
autoras nos hacían llegar mes a mes maravillosos y sorprendentes relatos
con un punto en común entre todos ellos: una misma imagen al principio
del capítulo, servía de punto de partida para que las cuatro autoras -Marieta Alonso, Liliana Delucchi, Malena Teigeiro y Cristina Vázquez- dejaran
volar su imaginación y nos sorprendieran con cuatro relatos o cuentos
distintos entre ellos y que sin embargo provenían de un mismo Génesis.
Una
escueta pero precisa presentación de que imagen teníamos delante, valía
para situar al lector ante la inmensidad de lo que veíamos y nos
preparaba para preguntarnos cómo iba a ser posible crear un relato corto
pero intenso y sin cabos
sueltos sobre dicha imagen; para mi, la revista se convirtió mes a mes
en motivo de alegría al recibir el enlace con el nuevo número de la
misma ¿Con qué nos sorprenderían ahora estas cuatro brujas buenas? ¿Qué
imagen enlazaría los relatos? ¿Cual de los cuatro relatos se llevaría
esta vez "mi nota máxima"? y es que he de reconocer que gustándome
todos, no podía evitar elegir uno entre el resto, el que más me había
llegado, me había gustado, me había hecho reflexionar, el que releía
cada vez abría la página de nuevo...y puestos a confesar, he de ser
sincera al máximo: escribía mi propio relato yo también, pero esto que
quede en secreto entre nosotros, ya he cubierto el cupo de hacer el
ridículo este mes, y eso que acabamos de llegar a la mitad de enero y lo
que queda por delante. Tener ante mi el libro que recogía esos relatos y
otros más, me emocionó sobremanera, primero porque me lo hicieran
llegar y segundo, porque al tenerlos delante de mi físicamente y poder
leerlos, releerlos, acariciar la portada, mirar y vuelta a mirar las
imágenes, los hacía más hermosos todavía, más reales, más auténticos.
Es
muy difícil manejar el complicado mundo del relato corto, manejarlo y
convertirlo en todo un Arte, pues todos somos capaces de contar cosas si
disponemos de tiempo y espacio, palabras, palabras y más palabras para
poder expresar lo que sentimos, lo que deseamos, lo que soñamos, pero
hacerlo con pocas palabras y crear una pequeña historia con
presentación, nudo y desenlace, sin que quede coja ni incomprensible,
eso señores y señoras mías, esos son palabras si, pero de las Mayores.
Marieta Alonso, ya me había cautivado con sus obras en solitario, "¿Habla usted cubano?" "¿Y porqué?" (reseñadas aquí en el gato) su estilo elegante y distendido, con un distinguido sentido del humor y su
facilidad para recuperar la niña que fue o imaginarse la anciana que
llegará a ser, y todo, con maestría y sencillez; su blog "Los cuentos de Marieta" en
el cual otros autores colaboran con sus relatos e historias, es una
delicia literaria y una joya en el género del relato y el cuento,
cantidad y calidad de la mano. Así que tenerla de nuevo en este Gato y
con otro libro de relatos, ha sido para mi una gozada absoluta. La Mater cuentista.
No quedan a la zaga las otras tres autoras, que aunque solo conozco de sus trabajos en Nuevo Aquelarre Literario (de momento) ya se han hecho un hueco en el Universo Cuento de esta que les cuenta y recuenta.
Liliana Delucchi, como
buena argentina toca tantos palos de la literatura y el arte como se le
pongan por delante, y nos cautiva con historias tan sorprendentes como
cotidianas, de las que nos podían pasar a cualquiera si tan solo
supiéramos apreciar lo que nos rodea y distinguir paisajes de escenas.
Me enloquece su prosa.
Malena Teigeiro, una
gallega en Madrid que no olvida su tierra ni desmerece la que la ha
acogido; sus cuentos son delicados, casi victorianos -y a mi un cuento
victoriano me tiene ganada de antemano- "decimonónicamente" actuales
pues su fina y gentil pluma es atemporal, y podríamos leer sus cuentos
dentro de cien años y no habrían dejado de ser modernos. Es una meiga de
la palabra.
Cristina Vázquez,
una psicóloga con mucho cuento, y del bueno. Su estilo limpio y
conciso, sus historias, realistas y mundanas y sin embargo cuentan con
ese "je ne sais pas quoi" que las torna mágicas, casi oníricas, las
puedes palpar a la vez que se difuminan delante tuya como humo, como ese
sueño del que acabas de despertar y si un solo pensamiento se cruza en
tu mente, parecerá algo lejano, algo que te contaron hace mucho, cierras
los ojos, y vuelves a tener sus cuentos vivos de nuevo. Me gusta
llamarla la Seductora del grupo, porque lo hace, seduce y mucho.
Tengo
en mi poder una joya del relato y solo puedo decir que quien las
conoce, queda hechizado por estas cuatro brujas literarias que han
conseguido cuento a cuento, reunirnos en torno a ellas tan expectantes
como fieles a sus escritos.
"La realidad no debe ser más que un telón de fondo"
(Óscar Wilde)
NUEVO AQUELARRE LITERARIO
Marieta Alonso, Liliana Delucchi,
Malena Teigeiro, Cristina Vázquez
ISBN: 978-84-946226-1-8
Revista Literaria
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Imágenes: ©Yolanda T. Villar
Una Reseña de Yolanda T. Villar
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