jueves, 31 de mayo de 2018

Castillo de Guzmán el Bueno – Tarifa (Cádiz)

Castillo de Tarifa. Desde el patio de armas occidental.


La alcazaba fue mandada a construir en el siglo X, año 930 por Abd al-Rahmán III -el mismo que hizo Medina Azahara- que fue el octavo emir independiente y primer califa omeya de Córdoba.

La fortaleza se levanta sobre un montículo junto al mar donde vivieron diferentes culturas, domina la ciudad de Tarifa y da acceso al estrecho de Gibraltar. Se necesitaron cinco siglos para construir lo que hoy se ve.

Estuvo ocupado por los militares hasta 1989 en que se marchó el regimiento número 22 y pasó a la municipalidad. Hoy cernícalos primilla -el más pequeño de nuestros halcones-, palomas y turistas son los ocupas y visitantes de este castillo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y es Patrimonio Histórico de España.

Posee planta trapezoidal y muro califal de piedra ostionera, de las canteras que se hallan en la cercana Isla de las Palomas. En la piedra podemos apreciar la imagen de una concha. Está construido con un primitivo aparejo de sillares colocados a soga (a lo largo) y a tizón (a lo ancho) típico de las construcciones califales. Todos ellos a una altura de treinta centímetros. Tuvo quince torres robustas de las que podemos ver solo trece. Todo el conjunto se corona, tras la reconquista, con almenas de punta de diamante, salvo las murallas que dan al mar. El adarve recorre toda la fortaleza

Tres muros: La muralla, la barbacana que servía como soporte al muro y para defender puertas, cabezas de puente… y se le añadió más tarde un antemuro con una altura menor, destinado a defender la muralla principal. El antemuro también llamado falsabraga, tiene camino de ronda.  

La torre albarrana, de planta octogonal es la llamada de Guzmán el Bueno, en el extremo más occidental y forma parte de la barbacana. Esta torre sirvió de inspiración a la torre del homenaje del Castillo de Santiago, en Sanlúcar de Barrameda. Es una torre adelantada con respecto a la línea de murallas de una fortificación que puede quedarse aislada como baluarte defensivo y desde ella se puede acceder al castillo a través de una coracha, que es un lienzo de muralla que protege la comunicación de la fortaleza y la torre albarrana, siempre cerca de un suministro de agua.

En el lienzo de la coracha cristiana se encuentra la Puerta del Mar. También llamada puerta gótica, de piedra ostionera que comunica el paseo de ronda desde el exterior. Si uno se fija se puede ver una pieza de cerámica negra que es mudéjar, incrustada en la dovela. El alfiz es el recuadro que enmarca el arco.

Vemos la capilla cristiana del siglo XIV usada para orar antes de salir a la lucha y la piedra de losa de tarifa que era utilizada desde época romana. En Itálica también aparece la losa de Tarifa. Los almohades hicieron la primera parte del castillo. Luego se hizo la puerta en codo, una estrategia militar para mejorar la defensa. Los soldados enemigos con aquellas armaduras que dejaban libres las articulaciones, los codos, las rodillas, las ingles, se las veían y deseaban para entrar por ese tipo de puertas que se convertían en una trampa. En la parte más antigua del castillo califal.

El acceso actual está formado por un arco de medio punto y una bóveda de cañón que da acceso al patio de armas. La rangua nos indica que había otra puerta. A ambos lados el cuerpo de guardia. La pintura sobre una pared descubierta muestra una galera con barcos de remos y una inscripción: Por menos vas… Es un recordatorio al centinela que por un error podría ir a las galeras.

En el siglo XVI, 1514, don Fadrique Enriquez -marqués de Tarifa- decide dar una actividad familiar al castillo. Debajo de la ventana hay restos de cerámica. Es muy parecida a la que hay en la Casa de Pilatos en Sevilla. Don Fadrique abre el balcón hoy llamado del marqués y desde allí se podía ver la ciudad musulmana. La puerta califal está ubicada en la parte contraria a la puerta fundacional. Daba hacia la ciudad musulmana.

La torre del Homenaje tenía dos partes: Una maciza y un segundo cuerpo almenado. Le falta la segunda parte. Esta torre es cristiana del siglo XIV. Es la torre principal de cualquier castillo, la más abrigada de un posible ataque exterior, sería un último refugio. Se llama así pues en ella se practicaba la ceremonia del Homenaje, en la cual el señor del castillo le entregaba al vasallo un feudo a cambio de auxilium et consilium, es decir, de asistencia militar o auxilio y apoyo político o consejo.

El muro que da al mar se cayó en 1989 y se reconstruyó con un contrafuerte.

El 21 de septiembre de 1292, día de San Mateo, Sancho IV «el Bravo» conquista Tarifa con la ayuda de Guzmán el Bueno. En 1294 los musulmanes pusieron cerco al castillo, el infante don Juan de Castilla, hermano de Sancho IV, hizo traición y se unió al enemigo raptando a Pedro Alfonso, hijo de Alonso Pérez de Guzmán, alcaide de la fortaleza. Le instaron a que entregara la plaza o su hijo moriría. Guzmán el Bueno prefirió sacrificar a su hijo antes que entregar la población, tirando incluso, desde el torreón octogonal, su propio cuchillo para que lo mataran. Él sabía que si cedía al chantaje morirían todos.

Al subir al antemuro se puede disfrutar de una preciosa vista, con los dos mares: mediterráneo y atlántico. A lo lejos Ceuta, Tánger, los molinos de viento, los barcos -que antiguamente se podía saber la mercancía que llevaban por el sistema de banderas- las cuatro torres esquineras, gracias a ellas podemos imaginar todo el recinto amurallado, las dos orillas Tánger y Tarifa, toda la costa africana se ve clara. Controlar el mar era controlar el comercio.

Hoy el puerto de Tarifa tiene tres partes:


Schengen. Tráfico internacional. La punta del Santo. Hay un camino hasta allí que han marcado para que no se viole el espacio internacional.

Puerto deportivo. Desde aquí salen los barcos para el avistamiento de ballenas.

Puerto pesquero con su lonja. Y detrás la isla de las palomas. Los inmigrantes ilegales van allí. 


Tras dejar el castillo y su historia el estómago clama por los dulces típicos de Tarifa: tranvía, tocinillo del cielo, cajillas, que es un dulce de Navidad

Cuerpo y espíritu requieren alimentos.

 
Vista de las torres califales y muro de contención moderno.
Al fondo se observa la torre albarrana llamada de Guzmán el Bueno.





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