Fachada principal |
Fue fundado en 1611 por la
reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, quién encargó el proyecto, en
1610, al arquitecto carmelina fray Alberto de la Madre de Dios, discípulo de
Francisco de Mora, que se mantuvo al frente de las obras hasta su consagración
en 1616.
Nuevos descubrimientos documentales
sacan a la luz que fray Alberto fue una de las figuras más relevantes de la
arquitectura del momento, llamado por los mecenas más poderosos del momento
como la Corona, los duques de Lerma y Uceda o el obispo de Cuenca.
Juan Gómez de Mora intervino
en la colocación del primitivo retablo mayor en 1617.
El monasterio estaba muy
próximo al Alcázar, en el lugar que ocuparon las casas de los marqueses de
Pozas, a quienes el rey se las compró, y puede que esa cercanía explique que
fuese el lugar donde se celebraban funerales de Estado por parte de los
monarcas y personas de la familia real durante los siglos XVII y XVIII.
La arquitectura responde al
estilo de severas líneas herrerianas. Forma un gran rectángulo en cuyo centro
destaca la iglesia de planta de cruz latina, formada por una nave, transepto de
brazos cortos, cúpula sobre el crucero y cabecera cuadrangular de testero
recto.
Su fachada constituye un
modelo de gran rigor geométrico cargado de elementos palladianos. Construida en
piedra, con un pórtico de triple arcada de acceso al nártex, sobre la que el
escultor Antonio Riera labró el relieve de La Anunciación, ventanas y escudos
alternados en la parte alta y remate en forma de frontón con óculo, constituye
un ejemplo de los más destacados e influyentes del llamado tipo carmelitano.
El interior de la iglesia fue
remozado por Ventura Rodríguez entre 1755 y 1775, en el estilo del barroco
tardío. A lo largo de toda la nave pueden verse una serie de lienzos con el tema
de la vida de san Agustín, que se complementan con los frescos de la bóveda de
la capilla mayor, obra de Francisco Bayeu.
En colaboración con los
mejores pintores y escultores de su tiempo, Ventura logró un magnífico conjunto
que se ha conservado sin alteraciones, caso excepcional en Madrid.
La Desamortización de 1836
afectó notablemente al convento, ya que se procedió a su paulatina demolición
exceptuándose la iglesia, el claustro y algunas dependencias. Más tarde se decidió
parar el derribo y reconstruir el edificio según los planos del arquitecto
mayor de Palacio, Narciso Pascual y Colomer.
Margarita de Austria |
Se dice que uno de los
relicarios que se conservan contiene la sangre de san Pantaleón. Según la
tradición, se licúa todos los años el día del santo, el 27 de julio. Se dice
que la reina Margarita hizo un regalo insólito al monasterio, la cama donde
había nacido su hijo, el futuro rey Felipe IV. Se dice que Manuel Godoy valido
de Carlos IV, acudía todos los días a misa dando un paseo desde su residencia
el Palacio del Marqués de Grimaldi hasta la iglesia del monasterio, que cuando
José Bonaparte reinaba, apareció un día en la verja del monasterio un gato
ahorcado con un escrito: «Si no lías pronto el hato, te verás como este gato».
En la plaza frente a la
iglesia podemos ver una estatua de Lope de Vega, obra de Mateo Inurria.
Nave del Real Monasterio de la Encarnación |
Muy interesante. Gracias por la información.
ResponderEliminarGracias a ti por leernos.
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