viernes, 7 de diciembre de 2018

Brujas (Bélgica)



Es una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Situada a solo 90 kilómetros de Bruselas, alberga uno de los mejores cascos antiguos de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.

Su historia se remonta a la Edad del Hierro y al período galo-romano, su nombre que proviene del noruego antiguo, significa puentes. Y con razón, pues es una ciudad llena de puentes debido a los canales que la atraviesan. Se la conoce como «La Venecia del Norte» y en ella Tomás Moro escribió su famosa «Utopía». Desde 1830 es parte del reino de Bélgica.

Fue en el siglo IX cuando el nombre de Brujas aparece por vez primera. Las primitivas murallas fueron construidas en 1127 y el progreso hizo que se convirtiera en un centro portuario y comercial de gran importancia para Europa, siendo la primera ciudad del continente que tuvo contactos con Inglaterra, a través del comercio de la lana. Es en esa época cuando se construye la imponente Atalaya sobre la Gran Plaza y el palacio de la familia Van der Buerse, que se convertiría en un palacio financiero, dando su nombre al actual concepto de «Bolsa».

Gracias al mecenazgo de Felipe el Bueno, se convirtió en la capital del arte flamenco de la mano de Jan van Eyck, quien mostrara el camino a los primitivos pintores flamencos. A finales del siglo XV entró en un período de estancamiento. Fue incorporada al imperio de los Habsburgo y el descubrimiento de América trasladó los intereses económicos del Atlántico al Mediterráneo.

Su tejido urbano se caracteriza por un laberinto de pequeñas calles y una sucesión de recoletas plazas públicas. Monumentos principales son:

El Grote Markt, la Gran Plaza, que es el centro neurálgico. En ella estuvo la catedral de San Donaciano, destruida en 1799 durante la ocupación francesa. Todos los sábados se celebra un mercado. Destaca su campanario, Belfort, con más de ochenta metros de altura y tras subir trescientos sesenta y cinco escalones se obtienen unas bellas vistas de la ciudad.

Cerca de la Gran Plaza se encuentra la plaza del Burgo, quizás la más bonita de la ciudad, en la que destacan la basílica de la Santa Sangre, el Franconato y el Ayuntamiento.

La catedral de San Salvador es otro de los monumentos que se deben visitar. Es el edificio más antiguo: los inicios de su construcción datan del siglo X. No menos importante es la iglesia de Nuestra Señora del siglo XIII, con su torre de más de cien metros. En su interior alberga una escultura de la Virgen con el Niño, de Miguel Ángel.

Hay dos museos que merece la pena destacar. El Gruuthuse una mansión medieval que hace retroceder cinco siglos y el museo de arte Groening.

La arquitectura de Brujas se distingue por el estilo gótico y por un tratamiento en las fachadas el llamado «tramo de Brujas».

Por último y antes de dar un paseo en barco por los canales debemos ver el Rozenhoedkaai, el muelle del Rosario, el lugar más popular de Brujas.

El Ayuntamiento



¿Nos vamos a conocerla?

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