Partenón |
Grecia, esa pequeña península
situada al sureste de Europa, cuna de las primeras ideas que dieron forma a la
cultura occidental, tanto que nuestros conocimientos y modos de pensar son
consecuencia de la filosofía, la ciencia y el arte de los griegos.
Eran, más que un pueblo
homogéneo, una serie de tribus que tenían en común la lengua, indoeuropea, los
principales dioses y el conocimiento de descender de unos mismos antepasados.
De los elementos bárbaros y
autóctonos surge el «milagro griego». Roma de manera plena adoptó sus logros, la
imaginería cristiana imitó la serena belleza de los dioses paganos, el
Renacimiento y el Neoclasicismo recuperó los principios griegos.
Predomina en su arte, el
racionalismo, el amor por la belleza entendida como suprema armonía entre las
cosas, el interés por el hombre, que es «la medida de todas las cosas», según
Protágoras. Nace allí la democracia, el gobierno del pueblo.
Goethe se expresó así: Que
cada cual sea a su manera griego, pero que lo sea.
El templo de la Concordia en
Agrigento
Templo de la Concordia |
Siglo V. Es un ejemplo de
arquitectura dórica, ese orden severo y macizo, el más antiguo, el más típico y
famoso del arte griego. Las columnas acanaladas, en elipse, acaban con un
capitel, un cojín de piedra colocado entre una parte acanalada y otra en forma
de dado, el ábaco. Sobre el arquitrabe se encuentra el friso: una decoración de
losas de mármol con tres incisiones (triglifos) alternadas con cuadrados
esculpidos (metopas). La techumbre es siempre a doble vertiente. El Partenón es
el principal templo dórico.
El Erecteón de Atenas
Vista noreste del Erecteón |
La obra maestra del arte
jónico. Muestra una planta asimétrica, única entre todas las obras análogas
griegas. Tal particularidad obedece probablemente al hecho de que nunca se
completó. El friso del orden jónico está totalmente esculpido y el arquitrabe se
divide en tres fajas ligeramente salientes.
Las cariátides que sustituyen a la
columna como soporte del edificio, son la mayor variación del orden jónico. Su
valor decorativo es indiscutible.
Linterna de Lisícrates
Linterna de Lisícrates. Atenas. |
Es el primer ejemplo en el
que el orden corintio se ha utilizado en el exterior. El corintio es el tercer
orden griego, después del dórico y del jónico. Es una variante decorativa del
jónico, del que toma la columna y algunos elementos del friso, añadiendo, sin
embargo, una base más decorada y el característico capitel, con hojas de acanto
y cuatro volutas simétricas.
Pinceladas: Al orden dórico se le suele
calificar de «masculino», mientras que al jónico se le da el adjetivo de «femenino».
Las columnas jónicas son más esbeltas que las dóricas, en cambio, las dóricas
son más macizas y juntas cuanto más antiguas.
El teatro de Delfos
Teatro de Delfos, visto desde arriba. |
Es uno de los más pequeños y
más significativos ejemplos de teatro griego. Se pueden distinguir perfectamente
los elementos principales: el escenario, la orquesta semicircular, el graderío (cávea),
en la falda de la colina, para los espectadores.
El discóbolo de Mirón
Copia romana del British Museum |
La armonía del cuerpo humano
se expresa en su grado máximo. Se interesa este autor, del que nos han llegados
dos obras: El Discóbolo y el Grupo de Palas Atenea y Marsias, por el estudio
del movimiento del cuerpo humano no dudando en situar sus figuras en posturas
violentas. Es de un acusado naturalismo, aunque se mantiene el rostro y el pelo
arcaico.
El arte de Fidias
Vista de la Acrópolis |
La grandiosidad, la
serenidad, los amplios y naturales ropajes, la sinuosa composición que se
inserta en un esquema triangular son las características del arte de Fidias, el
gran escultor que realizó los trabajos en la Acrópolis ateniense, en el período
de mayor esplendor del arte griego, el Siglo de Pericles.
Praxíteles, lánguida pose en "S"
Hermes con el niño Dionisio |
Fue después de Fidias el más
famoso de los escultores griegos. Se le conoce por la gracia de sus esculturas,
como Hermes con Dionisio niño, y el primer artista griego que esculpió un desnudo
femenino.
Lisipo, artista predilecto de
Alejandro Magno
Apoxiomeno |
Último de los grandes
escultores clásicos. Fue famoso por representar a los hombres tal como «se ven»
y no como «son». El atleta que después de la competición se limpia el polvo y
los ungüentos, Apoxyomenos, es quizás, la más célebre de sus obras, al mostrarle
todavía jadeante por la competición, se balancea nervioso sobre la planta de
los pies. Esa tensión de cada elemento, es la clave de su arte.
Artes menores
Ánfora ática geométrica |
El ánfora fue uno de los
primeros tipos de vaso elaborados por los griegos. La cerámica ática se
reconoce pues se compone de figuras rojas sobre fondo negro, o figuras negras
sobre fondo rojo.
Disfrutad con esta breve aproximación al arte griego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario