Es una pequeña ciudad de
Marruecos, capital del municipio del mismo nombre, situada en el noroeste del
país, en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas.
Su nombre significa «Los
cuernos», en alusión a los dos picos que se ven desde la ciudad. Fundada por
bereberes en el siglo XV, acogió a judíos y moriscos que habían sido expulsados
de España en tiempos de los Reyes Católicos. Fueron ellos quienes imprimieron
ese estilo andaluz de las casas de la ciudad, con sus balcones y patios
interiores. Muchos de sus habitantes hablan español.
Lo más peculiar de Chauen es
el color azul de las paredes de las casas y callejuelas. Recorrerla es una
experiencia mágica, pues a pesar de ser como un laberinto, es imposible
perderse. Es pequeña, pero hace falta tiempo para perderse entre sus calles.
Está construida sobre un
pequeño valle. El centro de la ciudad es la plaza Uta-el-Hammam, es el corazón de
Chauen. Está presidida por la alcazaba y una Mezquita, con una torre de base
octogonal. Un buen lugar para disfrutar del ambiente de la ciudad y de la vista
de las montañas del Rif que la rodean.
Otro punto emblemático es la Mezquita de los Andaluces.
Otro punto emblemático es la Mezquita de los Andaluces.
Merece la pena
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