En las profundidades del mayor de los océanos, estás
tú.
Y cuando te veo, suspiro.
−y no sé todavía por qué realmente suspiro–.
Apareciste y el cielo se hizo más azul.
Más bellas las nubes, los pajarillos risueños.
Te miro y me pierdo en las aristas,
allá donde nacen los deseos.
Cuando te veo, solo brilla tu sonrisa y tus ojos.
Cuando te pienso, no consigo dejar de juzgarte.
Pero cuando te imagino, ¡Eso sí que es lindo!
Te imagino en un barco verde, sobre el mar azul.
Con una camiseta morada entonando una canción,
que hable de aquellos que arriesgaron sus vidas
por un mundo mejor.
Y yo, también me imagino en ese barco verde,
con mi rojo vestido, bailando al viento.
Y más tarde…
Las palabras se acercan.
Las sonrisas se aúnan.
Tú y Yo en el barco verde
sobre el mar azul.
Y a lo lejos,
en el horizonte,
el amarillo Sol.
© Sol
Cerrato Rubio
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