miércoles, 7 de agosto de 2019

Juan Ángel Juristo: Desde Rusia con amor




Gran parte de la obra de Irene Gracia (Madrid, 1956) ha consistido en la narración de personajes y épocas que en parte han conformado su paisaje espiritual, dibujando un mapa curioso donde se mezclan ciertas obsesiones del medioevo, de las leyendas nórdicas y de Oriente, pero visto a través del filtro de una estética proclive al prerrafaelismo y su manera de abordar el género fantástico. Digo visto y paisaje porque Irene Gracia, amén de novelista de ganado prestigio, comenzó como pintora.

Si nos detenemos a contemplar su obra pictórica entenderemos su obra narrativa, la correspondencia entre las dos expresiones van de la mano y en ella asistimos a una mezcla de expresionismo plástico en pintura que se corresponde a cierto lirismo a lo Djuna Barnes y que deriva rápidamente a sus obsesiones donde lo fantástico se alía con lo onírico en feliz conjunción.

En Mordake o la condición infame, Irene Gracia recrea la novela gótica; El coleccionista de las almas pérdidas, novela que bordea la visión de una Mary Shelley; El beso del ángel, narración de cierto coraje donde cuenta la relación de una mujer, Thérèse Fuler, con su ángel, Adanel; o, por último, Ondina o la ira de fuego, donde da vida a la figura de Johanna Eunicke, que interpretó una ópera de E. T. A. Hoffmann, donde Gracia imagina las relaciones de la cantante con el escritor berlinés.

En Las amantes boreales esa relación que Gracia ha mantenido con lo fantástico se resuelve de otra manera: la narración que nos relata la historia de dos amigas, bailarinas en la Escuela Imperial de Danza, el Teatro Mariinsky, que son expulsadas de la misma y llevadas a una isla del lago Ladoga, Palastnovo, donde vivirán una suerte de descenso a ciertos infiernos que se enmarca en los años de la Revolución soviética. Roxana y Fedora mantienen esa amistad durante años, viven su particular historia de amor y, finalmente, consiguen lo que las bambalinas de esta novela-ballet. Entre este exaltado lirismo y la descripción sencilla, casi plana de unos sucesos que conmovieron al mundo en lo social y en lo estético, ondula esta historia de amor entre dos bailarinas que experimentaron las sombras de la noche, su horror y su goce.



Juan Ángel Juristo
ABC Cultural, 10 de noviembre de 2018


No hay comentarios:

Publicar un comentario