sábado, 21 de diciembre de 2019

Robert Campin: Santa Bárbara


Museo del Prado (Madrid)






Robert Campin jugó un papel importante junto a los hermanos Van Eyck entre los primitivos maestros flamencos. Fue de los primeros que experimentó con una perspectiva empírica que se deducía por pura observación. Gracias a la técnica al óleo fue posible alcanzar nuevos brillos y transparencias y poder plasmar los detalles con mayor meticulosidad, debido al tiempo que tardaba en secarse.

Santa Bárbara, mártir del siglo III, aparece en una estancia cálida y hogareña, sentada en un banco de madera con mullidos cojines, leyendo de espaldas a una chimenea encendida. El artista capta magistralmente la naturaleza de la luz: el resplandor del fuego produce sombras vibrantes que contrastan con las estáticas de la luz diurna, creando diferentes zonas de penumbra.

Por la ventana se puede ver una torre, atributo habitual de la santa, con tres ventanas lo que simboliza el refugio de la fe en la Santísima Trinidad. En ella fue encerrada por su padre para evitar que se convirtiera al cristianismo. Un hombre a caballo atraviesa la escena por un camino arbolado.

El interior presenta un piso embaldosado y un techo de madera con vigas sostenidas por ménsulas. El colorido llama la atención por la armonía destacando el rojo de los cojines y el verde del vestido

Fue decapitada por su padre en lo alto de una montaña y en ese instante cayó un rayo, de ahí la costumbre de encomendarse a ella cuando hay tormenta.

Poco se sabe de la vida de Robert Campin. En 1404 aparece como maestro pintor en la ciudad de Tournai, actual Bélgica. Se le identificó como el Maestro de Flemalle, Roger van der Weyden fue alumno suyo.

¿Os gusta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario