Miro tus ojos tristes en
un sucio rincón del planeta el hambre se refleja en
tus piernas y tu boca.
A su lado una niña mece a
su pequeño bebe, sus días privados del tiempo
de la inocencia.
Enredados en este planeta
que poco a poco resiste el impacto de
tantos oscuros acontecimientos.
Estamos cambiando... Sí.
Nuestra forma de ver la
existencia ahora que el tiempo nos
permite la reflexión, las olas en la primavera
de mis pensamientos,me recuerdan que siempre
llega claridad al final de las renegridas
sombras.
Ya no somos tan
intocables,tenemos que re-aprender a
relacionarnos, hablemos de las
guerras, y sus trampas, de la miseria y el hambre, de la sobre-explotación de
los recursos del planeta.
¡Maldita estrechez decadente
que anida en nuestras mentes!
Hablemos de las incoherencias de
nuestros actos, de poner freno a los envilecidos
egos, de descubrir la ternura de
nuestros compañeros.
Sonriamos a una
solidaridad bien entendida, a la caricia de un ave
renaciendo en su vuelo raso.
Dejemos las fronteras de los mapas
golpeando a los tiranos.
Estamos cambiando... Sí.
© Sol Cerrato Rubio
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