martes, 7 de mayo de 2024

Lo que queda del día

 



Excelente película. 

Retrato del tiempo perdido, de las ilusiones reprimidas, de las esperanzas frustradas. Una ambientación magnífica, una banda sonora perfecta, una fotografía soberbia.

Anthony Hopkins.

Espléndido en su papel. Como siempre. Su capacidad de expresarlo todo con la mirada, sea cual sea el sentimiento que nos quiere transmitir, sin aspaviento, sobrio, creíble es admirable.

Stevens es el narrador que durante treinta años ha sido el primer mayordomo de la mansión Darlington Hall, propiedad de un aristócrata inglés, miembro de la clase dirigente inglesa, que se dejó seducir por el fascismo y pretendió hacer un tratado de paz entre el gobierno nazi de Alemania y la Gran Bretaña antes de la II Guerra Mundial.

El mayordomo entregado en cuerpo y alma a su trabajo. Perfeccionista, pulcro, honesto, leal...  No se permite pasiones.  

Emma Thompson.

Espléndida en su papel. Como siempre. Es la señorita Kenton que entra a trabajar en la mansión como ama de llaves. Sencilla, atractiva mujer, responsable y trabajadora.

Stevens se enamora de ella en silencio. La señorita Kenton también se enamora del señor Stevens. Juntos se transmiten sentimientos con una mirada, una palabra, una crítica.

A su pesar es la crónica de un doble fracaso amoroso, de aquello que podía haber sido y no fue.

El plano que encuadra al Sr. Stevens refugiado en una parada de autobús bajo la lluvia tras visitar a la señorita Kenton, cuyo matrimonio está a punto de deshacerse, expresa el vacío, la soledad de una vida, la ironía de un comportamiento intachable.

La película es una adaptación de la novela de Kazuo Ishiguro, escritor británico de origen japonés, ganador del Premio Nobel de Literatura 2017. 

Jornada a jornada, Ishiguro escribe una novela perfecta de luces y sombras, de realidades amargas, de amables paisajes y sentimientos profundos que quedan atrás.

 

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