Esta historia de intriga se desarrolla en un valle profundo y
bellísimo de los Pirineos franceses durante el mes más oscuro y frío del año.
El cuerpo de Freedom, un hermoso purasangre decapitado
y colgado en lo alto del teleférico que lleva a las entrañas de una antigua
central hidroeléctrica, cual Pegaso desplegando sus alas para volar. El Instituto
Wargnier, una imponente institución psiquiátrica en la que residen los más
terribles criminales del continente, entre las brumas de unos oscuros
tratamientos médicos. Los incomprensibles asesinatos de antiguos habitantes de Saint
Martin, pequeña población de Comminges y un terrible y antiguo secreto.
Ya tenemos los ingredientes para que Martín Servaz, policía de raza cocine a
fuego trepidante el plato principal de una cena que le llevará a las puertas de
la muerte, en un valle opresivo cuyos habitantes arrastran sus miedos y su
angustia en soledad y silencio.
Con la lectura de esta novela el suspense está servido. Es la
primera entrega de una serie protagonizada por el comandante Martín Servaz, un
sobrio policía aficionado a las citas en latín y a la música de Mahler. A propósito,
y por si a alguien le apetece, ya existe serie en Netflix titulada Glacé.
Las descripciones de los escenarios consiguen que te veas rodada de
la increíble naturaleza de los Pirineos en pleno invierno. Oscuridad, soledad, desazón
y también miedo. Todas las sensaciones que sus protagonistas experimentan son
percibidas nítidamente por el lector.
Ya me he apuntado las siguientes entregas. Teniendo en cuenta lo
que he leído creo que: Círculo, No apagues la luz y Noche, merecerán la
pena y vuelvo a reiterar que no soy una lectora muy aficionada a este género.
Bernard Minier, un autor francés de
novela negra y ganador del Premio “Polar” a la mejor novela negra
francesa precisamente con esta que es su ópera prima.
© Julia de Castro
Mi verano en libros
Septiembre 2020
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