Amanecer desde el mirador del Garbí en Valencia (España) Wikipedia, la enciclopedia libre |
Reivaj un marino de alma vieja y
espíritu joven, aventurero y algo errante, que no arrogante, se decía que todo
lo mágico que nos ocurre, llega sin planificarse, por sorpresa, incluso
pensando que no nos lo merecemos.
¿Y por qué no? se preguntaba al
cabo, sonriendo socarronamente…
Apoyado en la regala del buque -donde
navegaba-, el viento
acariciaba su rostro, los sonidos de la mar conquistaban sus sentidos, en tanto
el sol emergía del gran azul, camino de su zenit.
Ensimismado, sumido en sus pensamientos
de amor, pasión y añoranza…
Acabo de conocerte y ya añoro lo que aún
no ha llegado.
Y no sé nada de ti, tan solo que tu
esencia ha conquistado mi existencia.
Acabo de conocerte y ya tu mirada guía
mis días e ilumina mis noches.
Y no sé nada de ti, tan solo que deseo
me invites a contemplar la luna junto a ti.
Acabo de conocerte y no veo el momento
de poder abrazar, acariciar, besar tu alma y con ella fundirme
Y no sé nada de ti ¿O sí? Tan solo que a
cada instante te pienso, te sueño.
Y añoro lo que el destino, tú y yo
sabemos va a suceder… ¡Está sucediendo!
© Javier Clavero
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