Tus manos son templadas, envolventes,
y aunque algo ásperas por el trabajo,
llegan a acariciar mi alma,
con una suavidad extrema.
Tus manos son capaces
de sostener el mundo,
y de apaciguar la guerra.
Tus manos son "sanadoras de mi persona",
gobiernan mis sentidos,
y atraviesan mi piel con amor.
Son cálidas tus manos e infinitas,
me aportan seguridad y equilibrio.
Tus manos mecen mi cuna
cuando duermo sobre la luna menguante
de una noche estrellada.
Tus manos despiertan mi deseo,
mis instintos y también mi ternura.
Polivalentes y trabajadoras,
siempre me guían en mi camino.
Tus manos son distintas,
y en su particularidad,
únicas en el mundo entero.
Tus manos me dan calor
en los días de invierno.
Y ellas son mi escondite
ante un mundo que asusta, que da miedo.
Tus manos son el espejo de tu corazón,
tan puro y tan bueno.....
Son tus manos mi delirio
cuando no las tengo.
Apretando fuerte tus manos
quiero algún día alumbrar a un ser nuevo.
y cogida de ellas
recorrer mil senderos.
Porque te amo,
porque te quiero.
Antonio… ¿te he dicho ya que me encantan tus manos?
© Laura Cabezas
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