2018, año de conmemoraciones
centenarias, entre otras, Año Murillo, El Teatro Real, y también, ¿por qué no? “La
venganza de Don Mendo”, obra maestra del género parodia teatral que Muñoz Seca
supo escribir con enorme maestría, el mejor disparate cómico o astracanada
calificada por su autor “caricatura de tragedia”, parodia ingeniosísima de los
dramas históricos románticos en verso tan de moda en el siglo XIX, que
escribieron autores tan notables como Zorrilla y el Duque de Rivas.
Pedro Muñoz Seca, sobrado en
todo, con gran cultura clásica, y hondo conocimiento de la historia, fue un
autor teatral prolífico, más de ciento cincuenta obras, algunas en colaboración
con Pedro Fernández, y así calificado por Valle Inclán: “quiten al teatro de
Muñoz Seca el humor, desnúdenle de caricatura, arrebátenle su ingenio satírico
y facilidad para la parodia y seguirán ante un monumental autor de teatro”.
Preguntado por un crítico
literario cuales eran, a su parecer, los más importantes escritores españoles,
improvisó esta respuesta:
”Don Miguel de Unam-uno,
Benito Pérez Gal-dos, Miguel de Cervan-tres, Luca de Tena Tor-cuatro, Benavente
Ja-cinco”.
Humor del bueno, ¿no?
Bueno, pues, al parecer
después de leer una obra extranjera del absurdo, se le ocurre escribir: “Don
Mendo”, estrenada en el teatro de la Comedia de Madrid en 1918, obra en verso,
dividida en cuatro jornadas, a veces algo ripiosos, pero en general,
magníficos, con un éxito tan grande y duradero que, hasta hoy es uno de los más
representados de todos los tiempos junto a Don Juan Tenorio.
El género astracán tiene por
objeto provocar la risa mediante la alteración del lenguaje y moviendo a los
personajes en juegos anacrónicos del ayer y del presente, en Don Mendo, del
Medievo y de su hoy.
Magdalena, hija de un alto
personaje de la Corte, mantiene amorosa relación con el apuesto y noble Don
Mendo, pero ambiciosa y deseosa de encumbrarse socialmente se casa con un rico
terrateniente, Don Pero, y traicionera, logra que encierren en una torre a Don Mendo,
que ayudado por un amigo logra escapar, deja pasar un tiempo y convertido en
afamado trovador enamora a Magdalena, que no le reconoce, a la reina Berenguela
y a una hermosa mora, Azofaifa
¡Venganza!, clama Don Mendo,
que consigue que todos los que le traicionaron y condenaron en el pasado,
paguen su culpa, reuniéndolos al final en una cueva, donde como en toda tragedia
medieval, se matan los unos a los otros, entre ellos el protagonista, con
altisonantes palabras: “Antes de servir de burla, de befa, mofa y escarnio, ya
que no puedo vengarme de tal perfidia, me mato.
Sabed que menda es Don Mendo, y Don Mendo mata a menda… Telón.
Infinidad de representaciones
desde su estreno en 1918, hace cien años, hasta la última en el Teatro Español,
en 2012, estupenda película dirigida e interpretada por Fernán Gómez, Estudio
1, en TVE. ¡Qué magnífico programa!
Rindamos un sentido homenaje
a Don Pedro Muñoz Seca, recordando esta celebérrima obra, precursora del Teatro
del Absurdo del siglo XX.
© Isabel Martínez Cemillán.
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