jueves, 25 de noviembre de 2021

Lugares de peregrinación: San Andrés de Teixido (Galicia)

 


Famoso santuario, situado en un enclave espectacular muy próximo a unos de los acantilados más altos de Europa con vistas al océano Atlántico, donde se puede oír el viento y las olas batir contra las rocas. Lo encontraréis en Cedeira, provincia de A Coruña, ya que pertenece a la comarca de Ferrolterra, en las rías altas gallegas.

Allí «va de muerto quien no fue de vivo». Y es que según la leyenda Andrés, el apóstol, como buen pescador, llegó a San Andrés de Teixido por mar. El batido oleaje del Atlántico condujo su barca contra los descomunales acantilados y allí quedó petrificada, asomando la quilla para que podamos ver, hoy en día, lo que a simple vista es una roca inmersa en el océano.

Jesús le encomendó este lugar al santo, donde se asentó y levantó su templo gótico de estilo marinero. A cambio de habitar en una serranía tan remota, el Señor le prometió que todo el mundo habría de peregrinar a su lugar de culto, comprometiéndose incluso a que aquellos que no lo hiciesen en vida acudirían a San Andrés de Teixido, reencarnado en animal, tres veces, antes de entrar en el Reino de los Cielos.

Los romeros tenían y tienen la costumbre de dejar una piedra en los «milladoiros», túmulos de piedras, que se encuentran en lugares determinados: cerca de un santuario, cruce de caminos, parajes sagrados… Las piedras de los milladoiros, dice la leyenda que: «hablarán en el Juicio Final» para decir qué almas cumplieron con la promesa de ir a San Andrés.

En las cercanías, al lado de las cuestas de bajada al santuario se conservan más de media docena de milladoiros, formados por miles y miles de piedras que los peregrinos han ido depositando a lo largo de los siglos.

Se cree que la peregrinación a Teixido comenzó​ a partir de la Edad del Hierro, durante la cultura castreña, aunque de hecho el primer registro de la existencia de peregrinación aparece en el año 1391, en el testamento de una señora de Vivero, cuyo original en gallego antiguo dice así:

Iten mando yr por min en romaria a Santo Andre de Teixido, porque llo tenno prometudo, et que le ponnan enno seu altar hua candea commo he hua muller de meu estado. (original en gallego, 1391).

Hago ir por mí en romería a San Andrés de Teixido, porque se lo tengo prometido, y que le pongan en el altar una vela del tamaño de una mujer de mi estado. (traducido al castellano).

A San Andrés de Teixido hay que ir preferiblemente en vida. Es más seguro. Para aquellos, que por desconocimiento, incredulidad o pereza no lo hacen, recuerden que tendrán que ir después de muertos. Es por ello que en el camino de San Andrés de Teixido encontramos especies animales de todo tipo, y los vivos deben tener cuidado al pisar para no interrumpir a las almas en peregrinación.



2 comentarios:

  1. El lugar en especial el templo produce siempre una sensación extraña entre sosiego y el algo te observa. Recomiendo a toda persona que pase por el entorno parar un momento y realizar la visita.

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  2. Muchas gracias por su comentario. Merece la pena visitarlo. Tiene mucho encanto.

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