Hoy seis de mis amigas han
decidido venir a merendar a casa y me han avisado con dos horas de antelación.
Les digo que no es buena idea, pero son muy cabezotas. Cada una va a traer un
plato y me piden que las sorprenda.
Pensé que una buena sorpresa
sería irme al cine. No. No sería digno de mí. Son amigas desde la niñez y eso
merece un esfuerzo.
Una de ellas con mejor
corazón que las otras me vuelve a llamar para aconsejarme que no me vuelva loca
y me da esta receta:
Ingredientes:
150 gramos de atún en
conserva.
(Si sois alérgicos
al atún en lata, probad el de frasco de cristal).
50 gramos de mantequilla
2 cucharadas de aceite
3 tomates
Aceitunas
Pimientos morrones
Sal al gusto
Preparación:
Desmigar el atún, machacarlo,
unirlo con la mantequilla, el aceite y la sal hasta formar una pasta bien fina,
elegante, sin protuberancias con ese toque artístico que algunas personas
tienen y del que yo carezco, para formar en un plato de la vajilla de la abuela
‒ese con dibujos que dejas de comer para contemplarlo‒ una pirámide o un
hormiguero. Ya hecha la forma vas incrustando en dicha crema aceitunas y trocitos
de pimientos.
El color rojo y verde da mucha vida.
Alrededor rodajas de tomate y
si no quieres pasar el trabajo de estar cortando… compra tomatitos cherry, de
esos pequeñitos.
Y cada cual que se prepare
sus propios canapés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario